Un par de sorpresas agradables...
Toparme, en el macrostand de Planeta, con un nuevo libro de Yann Martel, el autor de la fantástica Vida de Pi. Es una novelita que no llega a las cien páginas y se titula La historia de la familia Roccamatio de Helsinki. La segunda parte de esta agradable sorpresa fue el llegar a la biblioteca por la tarde y encontrármela en el montoncito de novelas recién adquiridas, así que ya la tengo en casa, esperando que haga una pausa de mis lecturas juveniles para dedicarle un rato.
Descubrir la Miscelánea original de Schott, un librito con aspecto de reliquia donde uno puede encontrar los datos más dispares e inútiles que una persona podría necesitar. Las listas se suceden: países donde es obligatorio votar o donde se conduce por la izquierda, terminología del punto de cruz, significado de los símbolos de las prendas de vestir (ya sabéis: no planchar, lavar a mano...), clases de ángeles según cierto estudioso medieval, y un larguísimo y apetecible etcétera. Para los amantes de la cocina, también está la Miscelánea culinaria de Schott (lástima que éste estuviera precintado y no pudiera echarle un vistazo). [+ info]
... y un par de decepciones
Por un lado, la ausencia de grandes grupos editoriales catalanes. O me dejé por visitar alguna zona del Palacio número 1, o no estaban ni Anagrama ni Mondadori. Claro que, dada mi ignorancia en estos temas, puede ser que Planeta se las haya comido y yo no sepa cómo ha sido...
Y por otro, la “invisibilidad” de algunas pequeñas editoriales independientes. Funambulista y Libros del Asteroide (un libro suyo, El quinto en discordia, de Robertson Davies, se ha llevado el Premi Llibreter de Narrativa de este año), por ejemplo, tan solo estaban presentes en el stand de la librería La Central. Una de las cosas que más me gusta del Salón del Cómic es poder visitar los stands de las propias editoriales porque, a diferencia de los de las librerías, no traen solo las ultimísimas novedades al evento. No les culpo: supongo que el precio del metro cuadrado sería astronómico. Pero no deja de ser una lástima.
Toparme, en el macrostand de Planeta, con un nuevo libro de Yann Martel, el autor de la fantástica Vida de Pi. Es una novelita que no llega a las cien páginas y se titula La historia de la familia Roccamatio de Helsinki. La segunda parte de esta agradable sorpresa fue el llegar a la biblioteca por la tarde y encontrármela en el montoncito de novelas recién adquiridas, así que ya la tengo en casa, esperando que haga una pausa de mis lecturas juveniles para dedicarle un rato.
Descubrir la Miscelánea original de Schott, un librito con aspecto de reliquia donde uno puede encontrar los datos más dispares e inútiles que una persona podría necesitar. Las listas se suceden: países donde es obligatorio votar o donde se conduce por la izquierda, terminología del punto de cruz, significado de los símbolos de las prendas de vestir (ya sabéis: no planchar, lavar a mano...), clases de ángeles según cierto estudioso medieval, y un larguísimo y apetecible etcétera. Para los amantes de la cocina, también está la Miscelánea culinaria de Schott (lástima que éste estuviera precintado y no pudiera echarle un vistazo). [+ info]
... y un par de decepciones
Por un lado, la ausencia de grandes grupos editoriales catalanes. O me dejé por visitar alguna zona del Palacio número 1, o no estaban ni Anagrama ni Mondadori. Claro que, dada mi ignorancia en estos temas, puede ser que Planeta se las haya comido y yo no sepa cómo ha sido...
Y por otro, la “invisibilidad” de algunas pequeñas editoriales independientes. Funambulista y Libros del Asteroide (un libro suyo, El quinto en discordia, de Robertson Davies, se ha llevado el Premi Llibreter de Narrativa de este año), por ejemplo, tan solo estaban presentes en el stand de la librería La Central. Una de las cosas que más me gusta del Salón del Cómic es poder visitar los stands de las propias editoriales porque, a diferencia de los de las librerías, no traen solo las ultimísimas novedades al evento. No les culpo: supongo que el precio del metro cuadrado sería astronómico. Pero no deja de ser una lástima.
4 comentarios:
Yo tampoco vi stand de la Editorial Lóguez ni de Barbara Fiore, aunque supongo que abarcando un sector editorial tan limitado como los álbumes ilustrados... Un apunte: ¿eran necesarios dos stands de libros en miniatura?
Je je je... el año pasado ya lo pensé, lo de los libros en miniatura, así que no les debió ir tan mal cuando han decidido repetir...
Muy interesante.
No leí "Vida de Pi", pero los libros que comentas suenan muy interesantes. La "Miscelánea original de Schott" parece una verdadera joya.
Saludos.
Ayer acabé de leer 'El quinto en discordia'. Al final del libro aparece:
"Desde Libros del Asteroide queremos agradecerle el tiempo que ha dedicado a la lectura de 'El quinto en discordia'. Esperamos que el libro le haya gustado y le animamos a que, si así ha sido, lo recomiende a otro lector".
Pues eso. Lo recomiendo. Me ha gustado. Vale la pena llegar al final. Hay una guinda esperando.
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