19 mayo 2014
Changes
... entrar directa al stand de Dibbuks donde ya sabía que estaría Juan Berrio firmando, y comprarle su Cuaderno de frases encontradas y pedirle que me lo dedique. Una manera de darle las gracias por compartir esos retazos de otras vidas desde hace ya seis años! Que me explique que graba las frases en el móvil y que, con mayor o menor fidelidad según lo que recuerda, los personajes de las viñetas son siempre reales.
... grabar un buen puñado de vídeos de autores dibujando, para el canal de Youtube de la biblioteca. Francisco Ibáñez (a 30 segundos la dedicatoria!), Juanjo Sáez, Luis Royo, Sebas Martín o David Rubín. Esta vez, pocos internacionales... he estado esperando a Manuele Fior, pero tardaba mucho y había mucho salón todavía por ver.
... echar un vistazo a las exposiciones, y pensar una vez más: ¡qué lástima todo este esfuerzo para que después solo puedan disfrutarse durante cuatro días! Impresionada ante los originales de Popeye y Terry y los Piratas; los bocetos de Miguelanxo Prado para Ardalén; el cuaderno de Miguel Gallardo y algunas páginas de Los Juncos de Sandra Uve (a quien he visto después en otra mesa redonda, recordando cómo fue plasmar una temporada de su vida en ese cómic). Felicidades a Toni Guiral y a todo el equipo, especialmente por la exposición "Cómics en guerra". Esperemos que pronto tengamos un museo del cómic que pueda acoger muestras como esta por un periodo más largo de tiempo...
... entretenerme más de lo esperado en una modesta exposición titulada "Mar de fons" sobre el cómic de las Islas Baleares. Me han encantado los textos de los autores, algunos con reflexiones sobre el medio (aquí pueden leer las de Gabi Beltrán y Pere Joan), y otros con explicaciones sobre las viñetas que se mostraban. Era como hacer una visita guiada a sus obras, con ellos presentes.
... quedarme con las ganas de comprarme muchos más tebeos! Lo nuevo de Fior, lo de Audrey Spiry, las tiras de Calpurnio, lo nuevo de Davide Osenda (que va de sueños), un cómic de Prudhomme sobre el museo del Louvre, el precioso Pornográfica de Casanova (que me compraría por duplicado para tener las dos cubiertas!), la mitad - o más - de la selección de cómics de Arkham en su stand, y ya que estoy, la versión del libro de Twain ilustrada por Atak que he hojeado hoy por primera vez en el stand de Libros del Zorro Rojo.
Y no ha podido ser todo. Pero está bien... está bien así.
Eso quiere decir que el año que viene haré todo lo que pueda para intentar volver!
Gabi & Pere: optimistas (pero sin babear)
[...]
El cómic es un medio extraordinario para contar historias. Y esas historias se han de escribir. Y se han de escribir bien. Y creo que esta es la razón por la cual me he alejado del cómic en los últimos años. Porque, salvo excepciones, no leo buenos textos en los cómics. Aunque puede que sea yo el que esté equivocado. En ese caso, me alegraría por el medio.
En los últimos años el panorama se ha consolidado en una situación extraña: en medio de la hecatombe general de la cultura y la economía, la creatividad de los historietistas y su reconocimiento siguen creciendo. Muchos andamos por el mundo como en los chistes de esos tipos que lo habían perdido todo en el casino y salían a la calle desnudos protegiendo su pudor enfundados en una barrica de vino agujereada por el fondo. Sin blanca. Pero los nuevos formatos y una visión más abierta del medio han multiplicado la oferta, y gente que ya se había desenganchado del carro de los tebeos va y me comenta libros que yo ni siquiera he leído. Pero ellos los han visto referenciados en medios de comunicación y les interesan. Nadie puede negar que eso es bueno.
Al mismo tiempo, sin el sostén de ingresos periódicos de las revistas, realizar un álbum en casi como construir una mini catedral tú solito con martillo de tamaño casero y compaginándolo con otros curros para la subsistencia diaria. Esto hace que tengamos presencia en diferentes ámbitos. Nos dividimos a nosotros mismos y llegamos a más sitios sin dejar de ser económicamente unos principiantes que buscan su espacio. Pero existe también una multiplicación de puntos de vista y multiplicación de nuestros disparos hacia muchos frentes diferentes. Aparte de la situación de furgón de cola del mundo de la cultura en la economía, debe ser que el mundo actual marca esas características: dispersión, voluntarismo perpetuo, resistencia, persistencia y adaptación a los lenguajes del momento.
Claro que añoro el formato de revista (lo intentamos repetidamente con Nosotros Somos Los Muertos, contra viento y marea) pero no dejo de ver que los supuestos por los que nos movíamos en los 80 de alguna forma se han materializado. El autor es el jefe, aunque sea de una tribu diminuta: su propia obra. Hay más complejidad de temas y de formas de abordarlos. Tiene cabida tanto el delirio artístico y las actitudes de humor extremo o minimalista conceptual, como las muy documentadas reconstrucciones de temas serios (sociales, médicos, biográficos). De eso debemos felicitarnos. Si acaso yo apuntaría como efecto negativo sobrevalorar algunas obras que pecan de falta de recursos, tanto gráficos como temáticos, y en las que se valoran como características positivas lo que son carencias evidentes.
19 abril 2013
¿Y esto para qué sirve?
Además de para echar un ojo a las novedades (oh, otro Seth!!), babear en las exposiciones (y si rompo este cristal y me llevo los originales de Tokyo Sanpo??), o perseguir a Liniers por los estands de cómic para darle un abrazo y las gracias, el salón del cómic también me sirve para acordarme de tebeos que salieron hace un tiempo y que todavía no he leído, como este La teoría del arte versus la señora Goldgruber.
Riéndome yo sola en el metro, se lo aseguro... Hagan click en la imagen para verla a tamaño completo.
PS: Les juro que no he visto un euro de Sinsentido por esta entrada... pero que tres de los cómics mencionados sean suyos no es casualidad.
12 mayo 2010
C'est lui!
"¡Es él"
Es lo que dije cuando Lewis Trondheim se puso a dedicarnos nuestros cómics. Lo hacía con tanta soltura que no podía ser un estafador. Sólo podía ser él...
Yo llevaba para que me firmara Mis circunstancias. Quizá fue el primer cómic autobiográfico que leía y me encantó. Después han venido muchos más (la serie "Las pequeñeces de Lewis Trondheim", del que en este salón me he comprado la tercera entrega; y también la serie "Las increíbles aventuras sin Lapinot", del que también hay tres entregas editadas).
Enhac en cambio llevaba un Lapinot, y cuando Trondheim le preguntó "¿Qué quieres que te dibuje?", Enhac le dijo que quería a Lapinot jugando a la Nintendo DS, y... sus deseos son órdenes! También he disfrutado mucho con la serie de Lapinot, pero tengo pendiente el mastodóntico (500 páginas para un cómic no está nada mal) Lapinot y las zanahorias de la Patagonia. Fue el primer Lapinot que dibujó, pero ha sido el último en aparecer en nuestro país.
Venían otros autores a firmar al Saló del Còmic de este año a los que quería pedir una dedicatoria (Sonia Pulido, Jeff Smith, Gustavo Roldán...), pero Lewis Trondheim era EL autor del salón de este año. Podrían haber faltado todos los demás, pero si hubiera faltado él...
¿Está claro, no? Me encanta Trondheim. No haber hablado de él por aquí hasta ahora (excepto para incluirlo en mi decálogo) es imperdonable. Je lui demande pardon, monsieur Trondheim...
22 abril 2008
Saló Internacional del Còmic de Barcelona 2008

- El Incal de Moebius (edición integral).
- Todo Mafalda de Quino (ya saben, el tocho de Lumen).
- Los dos Macanudos de Liniers (el tercero, después del verano. ¡Yupi!).
- La Enciclopedia Universal Clismón, de Miguel Brieva.
- Los juncos, de Sandra Uve.
- y un tomo de la serie del Señor Jean, porque la mitad de su tándem creador, Berberian, estuvo firmando.
Ya me dirán si no era como para salir de casa con la maleta...





Aquí arriba, Liniers firmando mi Macanudo, y aquí abajo, el resultado:




Fue la anécdota de la jornada, demasiado larga de explicar, pero lo importante es que todos los cómics que entraron en la maleta del principio, salieron con la firma de su autor por la puerta del palacio número 8 de la feria de Montjuïc, a pesar de la pésima organización por parte de Ficomic de las firmas de los autores en su stand (si no lo digo, reviento). Además, en la maleta también cupieron...
- Cibercultura mi amor, la tercera (y última, de momento) entrega de “Las aventuras sin Lapinot” de Lewis Trondheim (Norma).
- Cualquier sencilla intimidad, de Jeffrey Brown (La Cúpula).
- Fun home, de Alison Bechdel (Reservoir Books – Random House Mondadori).
- Desocupado, de Lewis Trondheim (Astiberri).
- El síndrome del prisionero, también de Trondheim (Sins Entido) [Es que nos gusta tanto...]
- El número 2 de la revista gallega BD Banda.
- Adiós Chunky Rice, de Craig Thompson (Astiberri).
- Dinero, de Miguel Brieva (Reservoir Books – Random House Mondadori).
- Don Miki – Los patos de las galaxias, de varios autores (Planeta DeAgostini).
- Y un regalo: Historietes: El còmic a les Illes Balears, un impresionante catálogo de los autores de "ses illes".
03 abril 2008
April is the "bookest" month
¿Quieren que siga? Bien... Pues para terminar, pásense por esta web de la Escuela de Escritores y digan: si fueran ustedes un libro, qué libro serían?
A estas alturas, yo más que un libro creo que sería una biblioteca entera...
25 abril 2007
Primer plato: Saló del Còmic





Y eso que este año hemos ido dos días al Salón... claro que el primero casi no cuenta, porque fue una visita relámpago a la mesa redonda sobre bibliotecas públicas y cómic, con lo mejorcito de la península; ahí estaban los chicos de las bibliotecas de La Coruña con su bloc, representantes de la biblioteca regional de Murcia y su comicteca, la directora de la flamante (tanto que todavía no está inaugurada) Cubit de Zaragoza, el compi del grupo de trabajo sobre comic del Col·legi Oficial de Bibliotecaris i Documentalistes de Catalunya, la directora de Ignasi Iglesias - Can Fabra, el responsable de la sección de cómics del portal Absysnet... y más que me dejo, pero vamos... lo bueno y mejor del binomio bibliotecas públicas + cómic. La lástima fue que solo teníamos UNA hora para que hablaran TODOS, y claro, al final no dio tiempo más que de hacer un repaso de proyectos y actividades que me dejó con ganas de que el año que viene dediquen una jornada entera (al modo de la jornada sobre programario libre y bibliotecas, por ejemplo) al tema.
Pero bueno, ese día, como por la tarde había que trabajar, solo fuimos a la conferencia y a ver un par de exposiciones (Pablo Auladell y Blacksad). Si hubiésemos sabido que el sábado no podríamos ni pisar la de Astérix porque el aforo estaba limitado y la cola era considerable, pues habríamos ido también a ver esta, pero ¿quién lo hubiera dicho?
Poco más de sí dio el jueves, pero volvimos el sábado por la tarde con los ahorros en los bolsillos, un par de cómics para firmar en la mochila, la cámara en una mano y la lista de “desideratas” en la otra. ¿Sorpresas de este año? Pues la primera, encontrarse nada más entrar con dos de las exposiciones – la crítica del año pasado de que éstas estaban todas ubicadas en un mismo lugar, casualmente el más apartado de la zona comercial, parece haber dado fruto. La segunda, comprobar que si el año pasado la librería Arkham compartió stand con la editorial Sins entido, este año ha abandonado del todo el salón (aunque sí que nos los encontramos el día de Sant Jordi en plenas Ramblas... aunque es más que probable que la cuota a pagar por estar en las Ramblas sea considerablemente inferior a la que hay que pagar por estar en el recinto ferial). Y la tercera, igual que el año pasado, la dificultad para encontrar lo que iba buscando. De ahí también que hayamos comprado menos este año que el año pasado... por mucho que nos resarcieramos después el lunes. Enhac no encontró su Bienvenido al mundo (Enciclopedia Universal Clismón) – de la que les hablaré algún día, en un futuro – aunque después nos hartáramos de verla en las paradas de Sant Jordi (¡¡en las secciones infantiles!!) y Sfer se tuvo que ir a casa sin su Seth (buscaba La vida es buena si no te rindes) y sospechando que le va a costar encontrarlo más de lo que pensaba...
En cuanto a firmas, si el año pasado íbamos a por Delisle, este año hemos ido a por Alex Robinson, que más que una visita relámpago a Barcelona se ha tomado unas verdaderas vacaciones, porque ha estado firmando desde el jueves, primer día del salón, y el lunes, Sant Jordi, si alguien se lo había perdido todavía podía pillarlo en la parada de Arkham en las Ramblas... We hope you enjoyed your stay, Mr. Robinson! En fin, que por ahí arriba les dejo la foto del ídolo (foto 2) y su dedicatoria en mi primer tomo del Malas Ventas (foto 3), que compramos el año pasado, ignorantes de que iba a salir una recopilación en un solo volumen de este magnífico tebeo. Vimos también a Joe Sacco, Enki Bilal (foto 4), Ibáñez (batiendo, como siempre, record de fans para conseguir una dedicatoria suya - foto 5), Jali, Juan Berrio (chafardeando, no firmando), la gente de Cálico Electrónico, Pepo Pérez, Alberto Vázquez... Nos perdimos a Flix (otra vez será) y eché de menos a Sandra Uve... me hubiera gustado que me firmara Los Juncos, claro que igual ha desertado tanto de Barcelona que ni siquiera se pasó por el Salón.
Y al final de la jornada, lo que quizá más haya echado de menos hayan sido los descubrimientos. Y creo que hay dos “culpables” de esto. Por un lado, Álvaro Pons, su Cárcel de Papel y mi enganche total a saber qué novedades van a salir al mercado antes de que aparezcan, con lo cual cuando aparecen todo se queda en un “sí, ya sabía que lo iban a sacar”. Siempre te quedan las ganas de tenerlo entre las manos, ojearlo, y eso... pero no es lo mismo. No es llegar a la librería o al stand en cuestión y que se te salgan los ojos de las órbitas al ver algo nuevo y desconocido de Trondheim, de Taniguchi o de quien sea. Creo que el año que viene me mantendré al margen de las novedades del salón y me dejaré sorprender in situ. Y por otro, con cada año que pasa nos encontramos con editoriales más fuertes, que apuestan por productos serios, ambiciosos y más costosos. Álbumes en tapa dura, cada vez más extensos (este ha sido el año de los nuevos “tochos”: la edición en catalán de Barrio Lejano en un tomo, Persépolis también en un tomo, las reediciones también de Contrato con Dios y – Santo Cielo, ¿no podría ser más gordo? – Watchmen, Lucille... a cuál más voluminoso), de autores consolidados, la mayoría de las veces extranjeros, que vienen acompañados de premios en otros certámenes... ¿Dónde han quedado los tebeíllos de grapas? Historias cortas, de autores de aquí, que suponían una inversión mínima para todos (editoriales y compradores), que rayaban en el fanzine... De esos cada vez hay menos. Y eran una parte importante de mis descubrimientos saloneros. ¡Así descubrí a Fermín Solís! Es imposible no alegrarse del rumbo que está tomando la industria del cómic (calidad y cantidad, ¿qué más se puede pedir?), pero los echo de menos...
O sea, que a duras penas se puede culpar al primero de hacer una labor excelente en la difusión de la historieta (aunque el premio oficial se lo haya llevado otro que tal - vayan mis felicitaciones desde aquí a Toni Guiral) o a los segundos de invertir y apostar fuerte por un medio en el que creen (cosa que va en beneficio de todos...), pero entre ambos están cambiando mi experiencia del salón del cómic y... bueno, soy nostálgica por naturaleza, así que con eso está todo dicho. Al menos hasta el año que viene.
PS: Antes de que acabe el mes todavía les dejaré otra entrada sobre cómics. Quiero recomendarles unos cuantos títulos, así que no se lo pierdan. Próximamente en sus pantallas.
03 abril 2007
¡A la vuelta de la esquina!

Casi está aquí... ¿y saben una cosa? Todavía hay muchos comics de los que compré en la edición del año pasado que TODAVÍA NO HE LEÍDO.
Horror. Pavor. ¿Cómo ha podido el tiempo pasar tan rápido?
Hay que solucionarlo.
¡Idea!
¡Monográfico de cómics durante el mes de abril!
¿No lo hago también con la LIJ, pasando meses sin pasearme por ni uno solo de los autores de adultos que tengo pendientes (INCLUSO el nuevo Baricco ha tenido - y tendrá - que esperar)? Pues este mes voy a dedicarme exclusivamente a leer TBOs...
(Sfer se relame...)
Empecé con La Perdida, de Jessica Abel, y ahora estoy a punto de liquidar Estafados, de Alex Robinson (lo quería leer antes del salón para saber si comprarlo o no... y a pesar de que es una historia magnífica, que recomendaría sin dudar a todo aquel que piense que el arte de la historieta es un arte menor, lo siento pero no supera a Malas Ventas...), pero hay más, hay más.
Sigan atentos a la sección "Lo que estoy leyendo ahora" y verán desfilar joyas como...
- Inverosímil, de Jeffrey Brown.
- Período Glaciar, de Nicolas de Crécy.
- Exterior noche, de Gipi.
- Los juncos, de Sandra Uve.
- Psiconautas, de Alberto Vázquez.
- Sonámbulo y otras historias, de Adrian Tomine.
- Ice Haven, de Daniel Clowes.
- Magic Boy, de James Kochalka.
- La primera estrella, de Ulf K.
- Los dos últimos números de Lapinot, de Lewis Trondheim.
Añadiendo a todo eso las compras del salón de este año (Seth, Craig Thompson y el mismo Trondheim seguramente se vendrán a casa conmigo).
Más durante los próximos 30 días. ¡Manténganse a la escucha!
12 junio 2006
El salón de nh y sfer














De lo que nh y sfer vieron en el 24 Saló del Còmic de Barcelona, de la gente con la que se encontraron, las exposiciones que visitaron, la mesa redonda a la que asistieron y lo que se compraron.
Desde hace unos años nuestra estrategia el día que dedicamos a ir al Saló es comer pronto para poder estar allí cuanto antes. Así lo hicimos esta vez también, así que llegamos al recinto ferial sobre las tres de la tarde (foto 1). ¿Ventajas? Poder dar un primer paseo por los estands tranquilamente (la mitad de la gente está comiendo, así que puedes acercarte a los mostradores para ver lo que tienen expuesto), para luego, con la avalancha que se produce a eso de las cinco de la tarde, escaparnos a por firmas o a ver las exposiones, que suele ser la zona más tranquila.
Nada especialmente destacable con respecto al año pasado en la zona de estands. Eché de menos que Sins Entido no tuviera uno propio y lo estuviera compartiendo con Arkham, cosa que no les ha permitido traer tanto material como el año pasado. También me decepcionó el estand de La Universal. Es una de mis librerías favoritas, junto con Arkham, pero este año no les compré nada porque no tenían nada de lo que sabía de antemano que iba a comprar, así que tiré de los estands de las editoriales. Todavía no me explico como es que Magic Boy, siendo novedad, solo lo vi en el estand de Dolmen... y lo mismo pasó con Más Malas Ventas, que sólo lo vi en el estand de una librería y en el de Astiberri, donde acabé comprándolo y donde le echamos una foto a Juan Berrio (foto 2), que firmaba su Aritmética Ilustrada al lado de Jali y su Plexiglas.
En fin... a las seis y media empezaba a firmar Guy Delisle, uno de los íbamos a buscar seguro (Pyongyang era una de las compras seguras de nh), pero nos fuimos para la zona de autores antes, y así poder ver a Phoebe Gloeckner. Como no había excesiva gente, y a pesar de no haber comprado Vida de una niña (es lo que tiene que las bibliotecas tengan cada vez más cómics), nos pusimos en la minicola para nos firmara. A los pocos minutos, mientras Phoebe hablaba con la chica que teníamos delante (que le estaba enseñando unos dibujos im-presionantes), nos dimos cuenta de que, o nos firmaba en la camiseta, o nos quedábamos sin firma, porque no llevábamos ni una miserable libreta para que estampara algo. Nh salió corriendo y volvió con un folio del concurso de cómic de la Joso. Phoebe no hacía dibujos, sino cartas personalizadas, así que tras un breve cuestionario y la consiguiente foto (de ella a nosotros: foto 3) nos escribió nuestra carta (fotos 4 y 5).
Pasamos entonces a hacer cola para Monsieur Delisle (fotos 7 y 8). Éramos los únicos, lo cual no hubiera sido tan grave sino fuera porque al lado teníamos la cola de Bill Sienkiewicz, que llegaba hasta una de las salidas de emergencia del pabellón. Delisle llegó un pelín tarde, y con cara de haber estado toda la noche de farra. Sienkiewicz (foto 6) llevaba unas gafas con la pegatina en la que pone la graduación todavía puesta (¿?).
De camino a las exposiciones le robamos el alma a Berberian (foto 9). Estuvimos buscando el Diario de un álbum para que nos lo firmara, pero no lo encontramos, así que el año que venga Dupuy seremos más previsores y lo habremos comprado con antelación. Las exposiciones en las que más nos paramos fueron las de Miguelanxo Prado (foto 10) y V de Vendetta (foto 11).
Por último, con las piernas pidiendo a gritos un descanso, decidimos irnos a la Sala de Actos para asistir a la mesa redonda "Mujeres de cómic". Llegamos un poco pronto y a nh se le salieron los ojos de las órbitos cuando vio que en la previa, "Cómics continentales y transatlánticos", estaba Dave Gibbons, dibujantes de Watchmen, así que nos apostamos en la puerta de la entrada a la sala y esperamos a que saliera para pedirle si podíamos hacerle una foto. Ahí está, nh abrazadito al grande (foto 12). Como siempre, las cosas importantes quedaron sin decirse, pero ya lo hizo una chica que estaba a nuestro lado comunicándole a Gibbons que para ella Watchmen era al mundo del cómic lo que Centauros del Desierto al mundo del cine. Sinceramente, espero no hacerme famosa jamás en la vida: no sabría qué decir a cosas como esa...
En fin, que ahí estaban, de izquierda a derecha, Laura Pérez Vernetti, Mar Calpena (periodista), Phoebe again, el traductor/intérprete (el verdadero protagonista de la sesión, by the way) y Jill Thompson (foto 13, de izquierda a derecha). Mar Calpena excusó la ausencia de Purita Campos, que también debería haber estado pero se había sentido indispuesta después de tres horas firmando y se había retirado a descansar. Resumiendo: todas estaban un poco hartas de que se las invitara a mesas redondas del tipo "Mujeres y cómic" cuando no tienen nada más en común que el hecho de ser mujeres (Jill comentó que no veía ninguna mesa redonda de autores negros de cómic o autores de cómic en silla de ruedas) y esperaban que poco a poco empezaran a considerarlas no como algo excepcional, aparte, casi un gueto, sino en un mismo plano que a los hombres, como personas y como artistas. Por supuesto, se habló de otras cosas: las tetas de las superheroínas (de esto no os pongo ningún enlace: buscadlo vosotros solitos) y el gran símbolo fálico de la Torre Agbar, los sofás de cuero negro y apliques metálicos, las mujeres que realizan cómics con contenido sexual y cómo esquivar los zarpazos de los editores, Robert Crumb y su jeta, chafardeando los cuadernos de dibujo de Phoebe, lo mucho que les gusta a las dos americanas el manga japonés "Uzumaki" (habrá que leerlo... la película daba más risa que miedo)... pero de todo ello, me quedo con la reivindicación de más arriba.
Nos echaron a las nueve, para descanso del pobre chaval encargado de traducir/interpretar (en el sentido de dramatizar: solo le faltó imitar las voces para que los presentes que no entendían inglés supieran de quién eran las palabras que estaba traduciendo) los diálogos entre Phoebe y Jill. Para casa a hacer recuento de compras, que queda tal que así:
- Magic Boy, de James Kochalka.
- Buen tiempo, de Joe Matt.
- Sonámbulo y otras historias, de Adrian Tomine.
- Pobre cabrón, de Joe Matt.
- El caminante, de Jiro Taniguchi.
- Psiconautas, de Alberto Vázquez.
- Pyongyang, de Guy Delisle.
- El retorno a la tierra (I) La vida auténtica, de Jean-Yves Ferri y Manu Larcenet.
- Más Malas Ventas, de Alex Robinson.
Por último, quiero que quede por escrito que la mayoría de los cómics me los compré yo porque nh se gastó casi todo su presupuesto en el pack de la primera temporada de Ghost in the Shell: Stand Alone Complex. Me metería con él por eso si no fuera porque yo también tengo ganas de ver a qué tanto misterio con el dichoso smiley man.
En fin... eso fue todo... ¡hasta el año que viene!