Este año ha sido a la inversa que el año pasado: hemos comprado menos comics (9 a 6, ganando el año pasado) en el salón, pero en cambio hemos comprado más libros (13 a 16, ganando este año) por Sant Jordi.
Y eso que este año hemos ido dos días al Salón... claro que el primero casi no cuenta, porque fue una visita relámpago a la mesa redonda sobre bibliotecas públicas y cómic, con lo mejorcito de la península; ahí estaban los chicos de las bibliotecas de La Coruña con su bloc, representantes de la biblioteca regional de Murcia y su comicteca, la directora de la flamante (tanto que todavía no está inaugurada) Cubit de Zaragoza, el compi del grupo de trabajo sobre comic del Col·legi Oficial de Bibliotecaris i Documentalistes de Catalunya, la directora de Ignasi Iglesias - Can Fabra, el responsable de la sección de cómics del portal Absysnet... y más que me dejo, pero vamos... lo bueno y mejor del binomio bibliotecas públicas + cómic. La lástima fue que solo teníamos UNA hora para que hablaran TODOS, y claro, al final no dio tiempo más que de hacer un repaso de proyectos y actividades que me dejó con ganas de que el año que viene dediquen una jornada entera (al modo de la jornada sobre programario libre y bibliotecas, por ejemplo) al tema.
Pero bueno, ese día, como por la tarde había que trabajar, solo fuimos a la conferencia y a ver un par de exposiciones (Pablo Auladell y Blacksad). Si hubiésemos sabido que el sábado no podríamos ni pisar la de Astérix porque el aforo estaba limitado y la cola era considerable, pues habríamos ido también a ver esta, pero ¿quién lo hubiera dicho?
Poco más de sí dio el jueves, pero volvimos el sábado por la tarde con los ahorros en los bolsillos, un par de cómics para firmar en la mochila, la cámara en una mano y la lista de “desideratas” en la otra. ¿Sorpresas de este año? Pues la primera, encontrarse nada más entrar con dos de las exposiciones – la crítica del año pasado de que éstas estaban todas ubicadas en un mismo lugar, casualmente el más apartado de la zona comercial, parece haber dado fruto. La segunda, comprobar que si el año pasado la librería Arkham compartió stand con la editorial Sins entido, este año ha abandonado del todo el salón (aunque sí que nos los encontramos el día de Sant Jordi en plenas Ramblas... aunque es más que probable que la cuota a pagar por estar en las Ramblas sea considerablemente inferior a la que hay que pagar por estar en el recinto ferial). Y la tercera, igual que el año pasado, la dificultad para encontrar lo que iba buscando. De ahí también que hayamos comprado menos este año que el año pasado... por mucho que nos resarcieramos después el lunes. Enhac no encontró su Bienvenido al mundo (Enciclopedia Universal Clismón) – de la que les hablaré algún día, en un futuro – aunque después nos hartáramos de verla en las paradas de Sant Jordi (¡¡en las secciones infantiles!!) y Sfer se tuvo que ir a casa sin su Seth (buscaba La vida es buena si no te rindes) y sospechando que le va a costar encontrarlo más de lo que pensaba...
En cuanto a firmas, si el año pasado íbamos a por Delisle, este año hemos ido a por Alex Robinson, que más que una visita relámpago a Barcelona se ha tomado unas verdaderas vacaciones, porque ha estado firmando desde el jueves, primer día del salón, y el lunes, Sant Jordi, si alguien se lo había perdido todavía podía pillarlo en la parada de Arkham en las Ramblas... We hope you enjoyed your stay, Mr. Robinson! En fin, que por ahí arriba les dejo la foto del ídolo (foto 2) y su dedicatoria en mi primer tomo del Malas Ventas (foto 3), que compramos el año pasado, ignorantes de que iba a salir una recopilación en un solo volumen de este magnífico tebeo. Vimos también a Joe Sacco, Enki Bilal (foto 4), Ibáñez (batiendo, como siempre, record de fans para conseguir una dedicatoria suya - foto 5), Jali, Juan Berrio (chafardeando, no firmando), la gente de Cálico Electrónico, Pepo Pérez, Alberto Vázquez... Nos perdimos a Flix (otra vez será) y eché de menos a Sandra Uve... me hubiera gustado que me firmara Los Juncos, claro que igual ha desertado tanto de Barcelona que ni siquiera se pasó por el Salón.
Y al final de la jornada, lo que quizá más haya echado de menos hayan sido los descubrimientos. Y creo que hay dos “culpables” de esto. Por un lado, Álvaro Pons, su Cárcel de Papel y mi enganche total a saber qué novedades van a salir al mercado antes de que aparezcan, con lo cual cuando aparecen todo se queda en un “sí, ya sabía que lo iban a sacar”. Siempre te quedan las ganas de tenerlo entre las manos, ojearlo, y eso... pero no es lo mismo. No es llegar a la librería o al stand en cuestión y que se te salgan los ojos de las órbitas al ver algo nuevo y desconocido de Trondheim, de Taniguchi o de quien sea. Creo que el año que viene me mantendré al margen de las novedades del salón y me dejaré sorprender in situ. Y por otro, con cada año que pasa nos encontramos con editoriales más fuertes, que apuestan por productos serios, ambiciosos y más costosos. Álbumes en tapa dura, cada vez más extensos (este ha sido el año de los nuevos “tochos”: la edición en catalán de Barrio Lejano en un tomo, Persépolis también en un tomo, las reediciones también de Contrato con Dios y – Santo Cielo, ¿no podría ser más gordo? – Watchmen, Lucille... a cuál más voluminoso), de autores consolidados, la mayoría de las veces extranjeros, que vienen acompañados de premios en otros certámenes... ¿Dónde han quedado los tebeíllos de grapas? Historias cortas, de autores de aquí, que suponían una inversión mínima para todos (editoriales y compradores), que rayaban en el fanzine... De esos cada vez hay menos. Y eran una parte importante de mis descubrimientos saloneros. ¡Así descubrí a Fermín Solís! Es imposible no alegrarse del rumbo que está tomando la industria del cómic (calidad y cantidad, ¿qué más se puede pedir?), pero los echo de menos...
O sea, que a duras penas se puede culpar al primero de hacer una labor excelente en la difusión de la historieta (aunque el premio oficial se lo haya llevado otro que tal - vayan mis felicitaciones desde aquí a Toni Guiral) o a los segundos de invertir y apostar fuerte por un medio en el que creen (cosa que va en beneficio de todos...), pero entre ambos están cambiando mi experiencia del salón del cómic y... bueno, soy nostálgica por naturaleza, así que con eso está todo dicho. Al menos hasta el año que viene.
PS: Antes de que acabe el mes todavía les dejaré otra entrada sobre cómics. Quiero recomendarles unos cuantos títulos, así que no se lo pierdan. Próximamente en sus pantallas.
Y eso que este año hemos ido dos días al Salón... claro que el primero casi no cuenta, porque fue una visita relámpago a la mesa redonda sobre bibliotecas públicas y cómic, con lo mejorcito de la península; ahí estaban los chicos de las bibliotecas de La Coruña con su bloc, representantes de la biblioteca regional de Murcia y su comicteca, la directora de la flamante (tanto que todavía no está inaugurada) Cubit de Zaragoza, el compi del grupo de trabajo sobre comic del Col·legi Oficial de Bibliotecaris i Documentalistes de Catalunya, la directora de Ignasi Iglesias - Can Fabra, el responsable de la sección de cómics del portal Absysnet... y más que me dejo, pero vamos... lo bueno y mejor del binomio bibliotecas públicas + cómic. La lástima fue que solo teníamos UNA hora para que hablaran TODOS, y claro, al final no dio tiempo más que de hacer un repaso de proyectos y actividades que me dejó con ganas de que el año que viene dediquen una jornada entera (al modo de la jornada sobre programario libre y bibliotecas, por ejemplo) al tema.
Pero bueno, ese día, como por la tarde había que trabajar, solo fuimos a la conferencia y a ver un par de exposiciones (Pablo Auladell y Blacksad). Si hubiésemos sabido que el sábado no podríamos ni pisar la de Astérix porque el aforo estaba limitado y la cola era considerable, pues habríamos ido también a ver esta, pero ¿quién lo hubiera dicho?
Poco más de sí dio el jueves, pero volvimos el sábado por la tarde con los ahorros en los bolsillos, un par de cómics para firmar en la mochila, la cámara en una mano y la lista de “desideratas” en la otra. ¿Sorpresas de este año? Pues la primera, encontrarse nada más entrar con dos de las exposiciones – la crítica del año pasado de que éstas estaban todas ubicadas en un mismo lugar, casualmente el más apartado de la zona comercial, parece haber dado fruto. La segunda, comprobar que si el año pasado la librería Arkham compartió stand con la editorial Sins entido, este año ha abandonado del todo el salón (aunque sí que nos los encontramos el día de Sant Jordi en plenas Ramblas... aunque es más que probable que la cuota a pagar por estar en las Ramblas sea considerablemente inferior a la que hay que pagar por estar en el recinto ferial). Y la tercera, igual que el año pasado, la dificultad para encontrar lo que iba buscando. De ahí también que hayamos comprado menos este año que el año pasado... por mucho que nos resarcieramos después el lunes. Enhac no encontró su Bienvenido al mundo (Enciclopedia Universal Clismón) – de la que les hablaré algún día, en un futuro – aunque después nos hartáramos de verla en las paradas de Sant Jordi (¡¡en las secciones infantiles!!) y Sfer se tuvo que ir a casa sin su Seth (buscaba La vida es buena si no te rindes) y sospechando que le va a costar encontrarlo más de lo que pensaba...
En cuanto a firmas, si el año pasado íbamos a por Delisle, este año hemos ido a por Alex Robinson, que más que una visita relámpago a Barcelona se ha tomado unas verdaderas vacaciones, porque ha estado firmando desde el jueves, primer día del salón, y el lunes, Sant Jordi, si alguien se lo había perdido todavía podía pillarlo en la parada de Arkham en las Ramblas... We hope you enjoyed your stay, Mr. Robinson! En fin, que por ahí arriba les dejo la foto del ídolo (foto 2) y su dedicatoria en mi primer tomo del Malas Ventas (foto 3), que compramos el año pasado, ignorantes de que iba a salir una recopilación en un solo volumen de este magnífico tebeo. Vimos también a Joe Sacco, Enki Bilal (foto 4), Ibáñez (batiendo, como siempre, record de fans para conseguir una dedicatoria suya - foto 5), Jali, Juan Berrio (chafardeando, no firmando), la gente de Cálico Electrónico, Pepo Pérez, Alberto Vázquez... Nos perdimos a Flix (otra vez será) y eché de menos a Sandra Uve... me hubiera gustado que me firmara Los Juncos, claro que igual ha desertado tanto de Barcelona que ni siquiera se pasó por el Salón.
Y al final de la jornada, lo que quizá más haya echado de menos hayan sido los descubrimientos. Y creo que hay dos “culpables” de esto. Por un lado, Álvaro Pons, su Cárcel de Papel y mi enganche total a saber qué novedades van a salir al mercado antes de que aparezcan, con lo cual cuando aparecen todo se queda en un “sí, ya sabía que lo iban a sacar”. Siempre te quedan las ganas de tenerlo entre las manos, ojearlo, y eso... pero no es lo mismo. No es llegar a la librería o al stand en cuestión y que se te salgan los ojos de las órbitas al ver algo nuevo y desconocido de Trondheim, de Taniguchi o de quien sea. Creo que el año que viene me mantendré al margen de las novedades del salón y me dejaré sorprender in situ. Y por otro, con cada año que pasa nos encontramos con editoriales más fuertes, que apuestan por productos serios, ambiciosos y más costosos. Álbumes en tapa dura, cada vez más extensos (este ha sido el año de los nuevos “tochos”: la edición en catalán de Barrio Lejano en un tomo, Persépolis también en un tomo, las reediciones también de Contrato con Dios y – Santo Cielo, ¿no podría ser más gordo? – Watchmen, Lucille... a cuál más voluminoso), de autores consolidados, la mayoría de las veces extranjeros, que vienen acompañados de premios en otros certámenes... ¿Dónde han quedado los tebeíllos de grapas? Historias cortas, de autores de aquí, que suponían una inversión mínima para todos (editoriales y compradores), que rayaban en el fanzine... De esos cada vez hay menos. Y eran una parte importante de mis descubrimientos saloneros. ¡Así descubrí a Fermín Solís! Es imposible no alegrarse del rumbo que está tomando la industria del cómic (calidad y cantidad, ¿qué más se puede pedir?), pero los echo de menos...
O sea, que a duras penas se puede culpar al primero de hacer una labor excelente en la difusión de la historieta (aunque el premio oficial se lo haya llevado otro que tal - vayan mis felicitaciones desde aquí a Toni Guiral) o a los segundos de invertir y apostar fuerte por un medio en el que creen (cosa que va en beneficio de todos...), pero entre ambos están cambiando mi experiencia del salón del cómic y... bueno, soy nostálgica por naturaleza, así que con eso está todo dicho. Al menos hasta el año que viene.
PS: Antes de que acabe el mes todavía les dejaré otra entrada sobre cómics. Quiero recomendarles unos cuantos títulos, así que no se lo pierdan. Próximamente en sus pantallas.
2 comentarios:
La envidia me corroe...Cuéntame más cosas...
Pues te voy a contar una cosa más... El representante de la Biblioteca Regional de Murcia, trajo para repartir a los asistentes a la mesa redonda/conferencia sobre bibliotecas públicas y cómic ejemplares de la revista que editan, que se titula "Actual Biblioteca". En concreto, trajo el número 29, correspondiente a la primavera de 2007.
Me pregunto quién habrá movido los hilos para que en la página 8, dedicada a recursos web, aparezca coleccionando principios... :-)
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