"Dígame, señor Vincent... ¿Qué le sugiere la palabra vida? ¿quizás superar ciertos obstáculos para alcanzar la palabra meta? Imagínese la palabra camino, y en ese camino imagínese puertas que dan a otras puertas que a su vez conducen a otras tantas. Usted irá avanzando, de modo que con sus elecciones usted irá creando la palabra realidad. Oh, lo olvidaba, llegado a este punto debo advertirle que está prohibido el verbo retroceder... Siempre debe avanzar; hasta que cometa un error y la partida concluya. Como buen jugador no sabrá de cuánto tiempo dispone. Ni en qué puerta terminará su aventura. Es su turno... señor Vincent..."
"Cerca de los cráteres extintos del monte Elgon hay un anciano Kaya que vive solo, alejado de las tribus. Unos dicen que por su boca sólo salen mentiras peligrosas y otros que es bondadoso y que de sus labios sólo oirás salir grandes verdades. Un joven guerrero se acercó hasta su humilde cabaña de paja pues sentía curiosidad y viendo al anciano en la puerta le preguntó:
- Dime, anciano, cuando hablan de ti, ¿quiénes dicen la verdad?
- Ni unos ni otros - contestó el anciano - ya que todo hombre es como una danza de luz y sombra ante una hoguera; las llamas te elevan,p ero al mismo tiempo crean sombras terribles."
(Fragmentos de La Ilusión de Overlain, de Luis Durán. Podéis ver algunas viñetas aquí.)
01 julio 2006
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