18 julio 2006

II. La niña del faro y Paul Auster

Por muy disparatadas que creamos que son nuestras invenciones, nunca pueden igualar el carácter imprevisible de lo que el mundo real escupe continuamente. Esta lección me parece ineludible ahora. Puede suceder cualquier cosa. Y de una forma u otra, siempre sucede. (Leviatán, de Paul Auster)

Hay muy poca vida, y está preñada de casualidades. Nos encontramos, no nos encontramos, giramos por donde no debemos y, aun así, tropezamos uno con el otro. Conscientemente elegimos el “camino correcto”, y no lleva a ninguna parte. (La niña del faro, de Jeanette Winterson)

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