09 agosto 2006

Graffitis & Books





Fotografías del graffiti con el que han decorado las escaleras de la biblioteca Vapor Vell de Barcelona. Sé que no apetece demasiado subir tres o cuatro pisos andando, estando los ascensores nada más entrar y con estas calores, pero vale la pena...

11 comentarios:

sfer dijo...

Por curiosidad... ¿qué bibliotecas visitaste?

sfer dijo...

Imaginas bien :)
De todos modos, no trabajo en Barcelona ciudad, aunque la biblioteca en la que estoy forma parte de la misma red que las de la capital, y conozco algunas de las que has visitado. Solía ir a estudiar a Joan Miró. O a hacer como que estudiaba. A mí también me parece preciosa :)

pieldivina dijo...

Mi biblioteca preferida es la de L'Ateneu. Es la biblioteca de mis sueños. Es perfecta.
Además, aunque suene pueril, adoro las taquillas que tiene debajo de algunas estanterías para guardar las cosas que no necesitamos cuando estamos dentro.
¿Y el catálogo de papel? Aquellas fichas bibliográficas viejas, de cartulina amarillenta, escritas en letra cursiva con pluma y tinta negra...

sfer dijo...

Visité la biblioteca de L'Ateneu en una jornada de puertas abiertas (creo que durante las fiestas de la Mercè...), y la verdad es que es una delicia. Donde haya unas buenas mesas de madera maciza que se quite todo el plástico, el mármol, el aluminio, y esos materiales que tanto gustan a los arquitectos de hoy en día.

Las fichas bibliográficas las recuerdo de mis tiempos de becaria en la biblioteca de la facultad. Hubo una temporada que me pusieron, por alguna razón que desconozco, a eliminar fichas del catálogo (supongo que habrían hecho algún tipo de expurgo, pero claro, a una becaria no van a darle explicaciones del porqué de lo que hace...). Eliminar = arrancar + romper + tirar. ¿Te lo puedes creer? Había algunas verdaderamente preciosas. ¿Harían alguna prueba caligráfica para acceder al puesto de bibliotecario? Creo que llegué a llevarme alguna a casa, de recuerdo...

pieldivina dijo...

Si yo tuviera una ficha de esas, la enmarcaría.
La biblioteca central de la UB me gustaba mucho más antes de la reforma. Espero que aún conserven tal como estaba la destartalada biblioteca del departamento de Latín.

sfer dijo...

Pues me temo que no, pieldivina. Hace tiempo que no paso por allí, pero el fondo de griego y latín se lo llevaron a lo que antes era la biblioteca del departamento de filología inglesa, al que ahora se entra desde la entrada principal. No sé qué habrán hecho con el espacio. Quizá despachos...

Quizá sea uno de mis primeros recuerdos bibliotecarios; mi hermana me llevó una vez, cuando ella estudiaba filología hispánica. Solo recuerdo pensar que era muy grande y que qué eran todos esos armarios con cajoncitos :-)

Fer dijo...

Por definición, las bibliotecas no me gustaban para estudiar. Prefería la soledad de mi cuarto al incesante murmullo de las bibliotecas, tanto en mi Villanueva natal como en la universitaria Salamanca.
Hasta este último curso, las bibliotecas sólo eran para mí proveedores de libros y revistas. Con una excepción: la maravillosa biblioteca general de la Universidad de Salamanca, en el edificio histórico (vulgo, el de la puñetera rana). Ajena a la masificación, con la misma madera maciza en las mesas cincuentenarias, con el catálogo también manual -sin que por ello reniegue del digital, más cómodo-, con esas increíbles vistas a la catedral y al palacio Anaya.
Y con esa conexión a Internet gratuita, todo hay que decirlo.
La única pega es el turismo masivo que deambula por el claustro y aún me mira como si fuese rara avis por cargar con el portátil y no con la cámara de fotos.
Una experiencia única, lo dicho.

sfer dijo...

Bendito seas, Fer!
Un universitario que NO quiere que pongan más mesas de estudio en las bibliotecas!
BRAVO!!!

Confesión: hace años, yo también le hice una foto a la rana... shame on me.

Fer dijo...

Un matiz, Sfer. No es la biblioteca general una ídem al uso, sino que se utiliza estrictamente para fondos históricos, revistas, documentos, archivos, etcétera. Básicamente, para investigar, que es lo que me lleva allí.
De hecho, los bibliotecarios, a la par que amables, son estrictos. No dejan que nadie vaya simplemente a estudiar por miedo a que se colapse y se convierta en una feria (caso de otras bibliotecas charras, por desgracia, que de momento no contaré por no extenderme, salvo que alguien me lo pida, claro).
En cuanto a lo de la rana, te absuelvo siempre que suscribas lo dicho por Unamuno, para quien era un pecado que la rana ocultase la maravilla en arenisca que era la fachada plateresca. De ahí mi rabia cuando me sueltan: "ah, estudias en Salamanca, ¡donde la rana!". ¡Grfpñls!
Ah, y para más información sobre los avatares de la biblioteca general, en mi blog sigue disponible la simpar serie "De bello bibliothecae" (buscando el entrecomillado en Google sale a la primera). ¡Amor, acción, sangre y estrategas en un incomparable marco cultural! ¡Verdadero friso de las pasiones humanas!

sfer dijo...

Ya es más de lo que hacían en la biblioteca de mi facultad, donde también guardaban un importante fondo antiguo; aun recuerdo esas colas a las siete y media de la mañana para coger sitio... (ataque de nostalgia).

La Biblioteca Pública de Tarragona, a pesar de ser "pública" (entre comillas porque es una pública un tanto especial), tampoco permite estudiantes en el recinto. Ole, ole y ole.

En fin, que no conocía tu serie "De bello bibliothecae", pero la he puesto a buen recaudo. En cuanto llegue a casa la imprimiré para leerla tranquilamente de camino al trabajo esta tarde. Gracias por la pista! ;-)

Fer dijo...

Disculpas por la tardanza en contestar, pero he estado fuera de casa e Internet se ha convertido en un extraño para mí.
Espero que De bello bibliothecae sea de tu agrado, ya sabes que se agradece todo tipo de comentarios al respecto.
¡A pasarlo bien!