18 agosto 2006

Antonio Lobo Antunes (II)

los libros deberían llevar el nombre del lector, no del autor, en la cubierta, es el lector quien le da sentido a medida que lee, es al lector a quien le pertenece la voz, y no sólo la voz, la carne y los ojos y el corredor y el paso, y el lector está solo y es inmenso, el lector contiene en sí el mundo entero desde el principio del mundo, y su pasado y su presente y su futuro, y se escucha a sí mismo y siente el peso de cada víscera, de cada célula, de cada íntimo rumor, el lector no para de crecer y ya no necesita ni el libro ni a mí, y al acabar el libro comienza, y al guardar el libro en el estante el libro continúa y el lector continúa con él, cada célula se divide en millares de células y el lector es muchos, y el lector deja de leer porque no está leyendo, aunque piense que está leyendo no está leyendo nada en absoluto, tiene todas las edades al mismo tiempo y todos los tiempos de su vida aunque el libro esté cerrado en algún rincón de la casa y el lector no lo necesite para continuar con él

(Fragmento del artículo "La mejor es la única buena", publicado en El País del sábado 22 de julio de 2006. Podéis leerlo completo aquí. La gente de Tökland y Libreros han seleccionado otros fragmentos del mismo artículo, por si necesitáis más razones para leerlo...)
(La imagen la encontré aquí)

Antonio Lobo Antunes (I)

6 comentarios:

sfer dijo...

Lo compré hace años, siendo adolescente, no sé qué se me pasaría por la cabeza al hacerlo, o qué oiría de quién porque, como explicaré/confesaré algún día, fui una lectora bastante mediocre en mi juventud (otro tema es si lo sigo siendo ahora o no, pero todavía no tengo perspectiva para juzgarme). La cuestión es que todavía no lo he leído, y por alguna estantería debe estar, esperando su turno.

Alicia Liddell dijo...

Gensantísima! Me voy unos días y le da a usted un jamacuco bloguero de cuidado.

Necesito tiempo para leer todo lo que ha editado estos días.

Lobo me encanta, aunque sus novelas son quizás un tanto repetitivas (los personajes) pero sus artículos son sencillamente majestuosos.

Anónimo dijo...

Hay que ver la vida que hay además de la escritora Sara Mago. Qué rica es la literatura de nuestros vecinos. Me he pasado casi todo este año leyendo -a ritmo luso- los Diarios 1932 - 1987 de Miguel Torga (Círculo de Lectores)... Por cierto escritos muy en onda blog.

Comparto con Liddell: Lobo A. me gusta más como articulista que como novelista. Sus artículos tienen ese tono William Blake que me abre la cabeza:

"Si las puertas de la percepción se depurasen,
todo aparecería a los hombre como realmente es: infinito. Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna."

William Blake, "Las bodas del cielo y el infierno" (1793)

...Diría que en conjunto, me quedo con algunas novelas de sus parientes de enfrente, con Jorge Amado a la cabeza (qué maravilla su prosa).

Saludos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Un artículo muy interesante el de Antunes. Y una buena idea divulgarlo. Saludos cordiales.

sfer dijo...

A Antunes lo conocí no hace mucho, en una entrevista por televisión en el programa Cara a cara del antiguo Canal +, y me enamoró toda su persona. Además, explicó la historia en la que de algún modo se inspiró para escribir "Yo he de amar una piedra", y no pude resistirlo... He de decir que luego el libro no fue lo que esperaba, pero eso me pasa por no preguntar antes a gente que ha leído de verdad, no como yo que soy una principiante. Si lo hubiera hecho, me hubieran advertido de qué me iba a encontrar. Lo "terminé" a duras penas. Sinceramente, requirió demasiado esfuerzo para el poco goce que me supuso. ¿Hedonista? Quizá, pero no estoy en este mundo para que la lectura me cueste la misma vida... Quizá le dé otra oportunidad en otro momento, quién sabe. De momento me quedo con la grande Sara, je je je...

Qué grande la cita de Blake.

Estoy de acuerdo contigo, liter-a-tres. De todos modos creo que Antunes se refiere a que una vez escrito el libro, el autor ya no tiene nada que decir. Por supuesto lo necesitamos antes, para crear, pero una vez terminado ese proceso, si un lector prefiere omitir al autor en su lectura, tiene todo el derecho del mundo de hacerlo.

Bienvenida de nuevo, señorita Liddell. La hemos echado de menos :-)

Anónimo dijo...

Caí en este hermoso sitio por casualidad, y te felicito por el. Diles a los de Toklander (a quienes no logro enviar un mensaje) que si precisan más ilustraciones que fomenten la lectura, tengo varias más para hacerles llegar. Sólo tienen que pedírmelas .
Cariños,
Ana von Rebeur
PS : ¿De quien es la frase "we read to know we are not alone"?