01 agosto 2008

Encuesta (julio - agosto 2008)


Se terminó julio, así que es el momento de hacer un repaso a los hábitos lecto-veraniegos de los paseantes de librosfera.

- En un 79% de los casos (61 votos), leen tanto como pueden, indistintamente. Todo lo que no han podido leer durante el año.
- En un 12% (10 votos), aprovechan que tienen tiempo para leer libros jugosos, de peso, mientras aprovechan para hacer bíceps.
- En un 6% (5 votos), en cambio, leen novelas ligeras y divertidas: nada sesudo, por si la combinación con el calor tiene efectos secundarios sobre las neuronas.
- Y tan solo un 1% (1 voto), el de la vergüenza, confiesa que en verano, en lo último que piensa es en leer, con lo cual no podemos saber si es un voto válido, pues habría que leer la encuesta previamente para poder contestarla...

¡Y librosfera no duerme!

Para los que sigan al pie del cañón, les propongo una nueva pregunta. En realidad, nos la propuso a todos Lapájara la última vez que hablamos de encuestas, y también es un tema que trae cola... Allá va la pregunta:

Cuando un libro no les gusta... ¿qué hacen?
a) Lo dejan. Inmediatamente. A por otro.
b) Le dan una oportunidad, pero si no mejora... a por otro.
c) Se lo leen de cabo a rabo, no vaya a ser que en el último momento...

¿Mi postura al respecto?
- En público, soy una acérrima defensora de a). La vida es demasiado corta como para ir por ahí con la sensación de estar perdiendo el tiempo.
- En privado, c) (hay CONTADOS libros que haya empezado y no haya terminado...)

Recuerden, pueden dejar su opinión en la encuesta de la columna de la derecha, o si prefieren dar más explicaciones, en los comentarios.

[La ilustración que encabeza este post es de Eva Vázquez. ¡Anden, visiten su blog!]

21 comentarios:

Jorge dijo...

Con los libros que empiezo y no me gustan soy muy radical. Cierro el libro y a otra cosa. Ni un solo sentimiento de culpa. Tengo mucho que leer, la vida es corta, tengo poco tiempo y tengo que ser selectivo. A parte están los libros que "no es el momento de leer" o "no estoy preparado"... a esos, las oportunidades que necesiten.

sfer dijo...

¿Cómo distingues, una vez has empezado el libro, que no es que el libro no te guste, sino que no es el momento para él, o que no estás todavía preparado para leerlo?

A mí me ha pasado un par de veces (con Madame Bovary y con La letra escarlata), pero en su momento pensé que no me habían gustado y punto. Fue después, con el tiempo, que empecé a tener la sensación de que debía volver a darles una oportunidad. Menos mal que no me fío de mis propias "primeras impresiones", si no, menudas dos historias me hubiera perdido, je je...

Anónimo dijo...

Yo creo que el principal filtro lo hacemos a la hora de escoger el libro a leer. ¿Porque elegimos un libro y no otro? En micaso, siempre tengo varias opciones y por tanto la elección siempre es meditada (más o menos), por tanto es probable que lo acabe. Pero si el terminarlo me supone un esfuerzo excesivo (la lectura no debe ser sufrimiento) a la estanteria y ya tendrá sus egunda oportunidad,... seguro que la tendrá.

Buen fin de semana.

La mujer Quijote dijo...

Como dice anónimo, el filtro yo lo hago al escoger. Con este filtro creo que evito, al menos, lo de leer un libro en el momento inadecuado. Por lo demás, los libros para mi tienen un número de páginas limitado para convencerme. Hay tanto tanto tanto que quiero leer y la vida es tan limitada que hay que economizar el tiempo. En ese sentido soy seguidora de los mandamientos de Pennac y reclamo mi derecho de dejar un libro sin acabar.

inespoe@gmail.com dijo...

Creo que los leo hasta el final, pero no por una cuestión de expectativa si no de reto. No me gusta y lo leí...

Ese es mi lema.

sfer dijo...

Pues parece que los "filtros" a la hora de escoger qué leemos serán materia para la encuesta de la "reentré" de septiembre.

"La lectura no debe ser sufrimiento", pero... ¿no produce también satisfacción llegar a asimilar, comprender - usen la palabra que más les guste - un libro que nos ha costado leer? Supongo que es un término medio...

La mujer Quijote dijo...

Sfer, creo que has mezclado cosas. ¿Qué se entiende por "nos ha costado leer"? A mi los clásicos me cuesta leerlos por el simple hecho de su lenguaje, pero eso no es motivo para abandonarlos. Una cosa como "el niño del pijama a rayas" que "se lee muy bien" (o "es muy fácil de leer") me costó un sufrimiento llegar a la pagina tres, punto en el que fue defenestrado.
Por eso lo de "leerse bien" o "cuesta leerlo" es demasiado ambiguo. ¿Los libros que abandonamos son los que nos cuesta leer? Si por costar se entiende "trabajo intelectual" yo diría que no (si fuera así nadie leería poesía), si por costar se entiende dejar apartado un mínimo buen gusto para tragar cualquier bazofia "que se lee bien" (siempre he creído que los grandes autores, los que tienen talento, son fáciles de leer) yo diría que sí.
Además de la encuesta de los filtros, podrías pensar en una sobre lo que se entiende por "costar" o por "fácil de leer".

sfer dijo...

Cierto, puede entenderse de varias maneras, aunque yo no diría de los libros de "fácil lectura" que me parecieron malísimos y que abandoné en la página diez porque creía que eran pésimos que me "costó leerlos". Diría que eran tan malos que los dejé porque veía que no me iban a llevar a ninguna parte. Aunque supongo que la frase de anónimo (si el terminarlo me supone un esfuerzo excesivo (la lectura no debe ser sufrimiento) a la estanteria) también puede entenderse de ese modo.

De aquellos que digo que me han costado, son los que realmente me han supuesto una dificultad. No necesariamente tienen que ser clásicos, o libros de poesía o ensayos. También pueden haber novelas contemporáneas que me hayan resultado difíciles de leer...

Creo que una encuesta se nos quedaría pequeña para esta charla, pero siempre podemos seguir en los comentarios :-)

La mujer Quijote dijo...

Literatura contemporánea que resulte difícil de leer la hay, por supuesto (los clásicos y la poesía sólo pertendían ser ejemplos). Pero esa dificultad no ha de llevar aparejado sufrimiento. Para mi el sufrimiento va aparejado a la bazofia que atenta contra mi gusto (no digo el buen gusto porque habría otra discusión nueva). A mi me resultó difícil leer "el bosque de la noche" de Djuna Barnes, pero fue un esfuerzo absolutamente placentero. Las tres páginas de "... a rayas" no tuvieron ninguna dificultad, pero el sufrimiento fue enorme.
Yo creo que, salvo excepciones, los grandes autores siempre han sido sencillos de leer. Ahora se confunde lo sencillo con lo simple. Nueva discusión.

Fer dijo...

En mi caso, reconozco que me cuesta mucho cortar la lectura de un libro. No sé si es por pereza o por un especial conservadurismo, pero no me gusta pensar que he tirado a la basura mi tiempo con cien páginas que no me convencen.
A todos los libros les doy un margen, cierto es, e intento acabarlos aunque no me agraden del todo, pero hay algunos (una docena, más no) que ni por ésas.
Eso sí, de no haber tenido paciencia me habría perdido Tiempo de silencio. Uf.

sfer dijo...

Decía por ahí arriba:

"¿no produce también satisfacción llegar a asimilar, comprender - usen la palabra que más les guste - un libro que nos ha costado leer?"

Así que de acuerdo contigo de que el esfuerzo puede ser placentero. Pero, como también decía, debe ser un término medio, porque he llegado al extremo de que el esfuerzo deba ser tanto que no fue más que una tortuna (que en algunos casos tuve que sufrir por ser una lectura "obligatoria", y en otros por ser el único libro que me había llevado de vacaciones, por ejemplo - ¡Siempre se debe llevar más de uno, por si acaso!).

"Tiempo de silencio", he ahí otro que leí cuando no estaba preparada. En mis tiempos, era lectura obligatoria de COU...

La mujer Quijote dijo...

Lecturas "obligatorias", las lecturas que más han contribuído a que la gente no lea. El quijote con doce años es una tortura (salvo para ciertos intelectuales que con doce años ya lo estaban releyendo, claro). La gente de filología tuvo que prologar unos años ese leer por obligación.
¿Ir de vacaciones con un solo libro? ¿Pero eso se puede hacer? Mi maleta siempre pesa más de lo debido por los "por si acaso".
Supongo que ya lo conocéis, pero, "por si acaso", os lo recuerdo, "Como una novela" de Daniel Pennac. Nunca está de más que alguien nos haga ver nuestros errores.

Jorge dijo...

Respondiendo a tu pregunta sfer:

sencillamente lo noto. Parece algo metafísico, pero cuando estoy leyendo un libro noto si estoy o no preparado para leerlo (me ha pasado con "El arcoiris de la gravedad" de Thomas Pynchon o "La broma infinita" de David Foster Wallace que necesité empezar tres veces hasta conseguir leerlo.) Noto la posible calidad o que me puede explicar algo para lo que ahora no estoy preparado. No se, sencillamente lo noto.

Y lo de las lecturas obligadas en el cole... algunas eran torturas y otras se hicieron torturas por incompetencia directa de los profesores. La mejor lectura obligada. "La Regenta", la profe consiguió que treinta adolescentes se leyeran la novela, se entusiasmaran, discutieran y se envenenaran de literatura.

Anónimo dijo...

Con lo de "la lectura no debe ser sufrimiento" queria decir que no termino un libro que no me aporta nada (distracción, aprendizaje,e vasión,... y que a cada palabra que leo no puedo dejar de preguntarme por que lo empecé y porque sigo en él). Esta claro que hay libros que me cuesta leer y sin embargo me gusta leerlos y acabrlos, este seria otro "sufrimiento" que es inherente a la lectura, por ejemplo en mi caso "La montaña mágica", que grandes momentos me habría perdido si no lo hubiese acabado. ¡Que seria de nosotros si solo leyeramos cosas triviales! Pero yo estoy convencido que todos minimizamos el riesgo de no acabar un libro en el momento en que elegimos leer uno y no otro. ¿Será intuición, deseos racionales,...?

Calurosos saludos,

juan

Anónimo dijo...

Me siento muy identificada con todos los comentaarios de la mujer Quijote. Una vez leì una entrevista de Espido Freire en la q aseguraba que ella habìa leìdo el Qijote con tan sòlo 7 años!!!!!(Hay q ver que burras q somos todas las demàs).
Por lo demàs: Cuando un libro es bazofia se ve en la primera pàgina. Yo hago la prueba de la primera pàgina: ahì ya se ve el estilo . De acuerdo con lo del niño del dichoso pijama:Estoy harta de ver y leer lo magnìfico q es , lo dura que es la historia, etc... Hasta un repetidor de 1ºº de Eso lo podrìa haber escrito, ja, ja.
Yo tb tuve que dejar Tiempo de Silencio y La Verdad sobre el Caso Savolta en Cou. Con el tiempo me dì cuenta que aùn no estaba preparada para ellos. A eso no s referimos cuando hablamos de dificultad, no? Lo demàs (Simplezas, bazofias...) llamèmoslo "insoportabilidad". Seguirè. Esto da para mucho

sfer dijo...

El Quijote... uno de los peores momentos literarios de mi adolescencia. Gracias a Dios ahora lo estoy recuperando, sorbito a sorbito, gracias a la vuelta al mundo en 80 libros (aunque solo vaya por el episodio tres... menos mal que nos dejan descargarlos de la web!!). Debe ser mágico cuando te encuentras con un profesor que no te "impone" una lectura, sino que te hace sentir la necesidad de leer. He de decir que ninguno de mis profesores de literatura durante la adolescencia lo consiguió...

Gracias mujer quijote por la recomendación (hace un par de años que tengo a Pennac esperando en la estantería, y siento que pronto llegará su momento), Jorge por la respuesta, Juan por la aclaración, flyn por el comentario, y a todos por la conversación :-)

lapájara dijo...

Me alegra ver mi propuesta comentada por aquí :)

A mi al principio me sabía mal no continuar un libro una vez empezado, sobretodo si se trataba de un clásico "te tiene que gustar porque es de los buenos". Ahora no tengo ningún reparo en dejarlo si no me engancha. No tiene por qué ser un "hasta nunca", sino un "hasta otro momento".

Otra cosa es cuando un libro te va gustando pero te encallas en algún capítulo. Me pasó con Los hermanos Karamazov, y a punto estuve de dejarlo, pero me armé de paciencia y seguí con él. No me arrepentí en absoluto, la actitud de no dejarlo a la primera de cambio tuvo su recompensa.

saludos!

Anónimo dijo...

¿Y qué me decís de La Señora Dalloway? Para mí es el más claro ejemplo que define "duro de leer".

Esos best-sellers a los que os referís, lo son precisamente por esa facilidad de lectura. Tienen algo positivo, algunas personas no leerían nada de nada si no existieran.

Estoy de acuerdo en que "dificultad" no tiene nada que ver con "sufrimiento". En el aprendizaje de la lectura, como en el aprendizaje de cualquier otra disciplina, la dificultad nos hace evolucionar y no estancarnos.

Un saludo muy grande a todos desde el mar.
Ana

sfer dijo...

Aprovecha y lee mucho bajo la sombrilla, Ana. Hazlo por mí, al menos :-)

Y gracias, lapájara, por el comentario (¡y la idea para la encuesta, que ya ves que ha dado bastante de qué hablar!)

Supongo que todos hemos tenido alguna dura experiencia de lectura. Por ahí arriba hablábamos de las obligatorias, pero seguro que también las hay por placer. Yo nunca olvidaré el único intento de aproximación que hice a Lobo Antunes. De Woolf, sin embargo, me costó más "Al faro" que "La señora Dalloway"...

Diana P. dijo...

La lectura debe ser un placer. Si no engancha, no sirve, por tanto, radicalmente A.

Ana Lorenzo dijo...

Yo espero más que las primeras páginas: hay muchos libros que me han encantado que no son de los que elegiría para Coleccionando principios. Luego, si siguen igual, los dejo reposar meses o años; algunos los emprendí en un momento en que no era el que mejor me venía a mí o a ellos ;-) Al retomarlos, los he disfrutado de verdad.
Los que se me cuelan y veo que no me traen nada (ese que no sabes por qué le gustó a tu amigo Fran, si coincidís siempre y jamás le cuelan un bodrio, tengo que hablar con él, maldita sea), esos los cierro y de vuelta a la biblio, o los regalo si he tenido la mala suerte de comprarlos.
Un beso.