12 marzo 2007

43

l. Por obediencia. Nos mandaban leer en el colegio. Recuerdo que había que leer en voz alta un cuen­to con una princesa Hamaranbada­hada y me quedaba enganchado. Insistí en casa. Ahora no puedo sa­carme el nombre. 2. Por afán de imitación. Para ser como mis padres. 3. Para dar ejemplo a mis hijos. 4. Para recuperar a mi padre. Murió cuando yo era niño y dejó to­dos aquellos libros en la biblioteca. ¿Leyéndolos conseguiría averiguar algo de cómo era? 5. Para encontrarme a mí mismo. 6. Para encontrarme con los demás. 7. Para huir de los demás. 8. Por distraerme. El tiempo pasaba entonces muy despacio y no había esa gran oferta de máquinas con botones. 9. Por en­vidia. Escuchaba a alguien que utilizaba una palabra que yo no había oído e instantáneamente la quería para mí. Me pre­guntaba: ¿cómo sabrá eso? ¿será porque lee? 10. Por diver­sión. Tal vez mis aventuras favoritas fueran las de Mortadela y Filemón, pero hoy recuerdo con más cariño los extraordi­narios relatos de Tío V ázquez. 11. Por curiosidad. Ella le lla­mó promiscuo. Y él salió corriendo a mirar el diccionario. 12. Por afán de notoriedad. Cuando me preguntan «¿Has leído to­dos esos libros?» respondo «Algunos no». 13. Por afán de in­visibilidad. El avestruz esconde la cabeza en un hoyo y cree que no lo ven; el lector esconde la cabeza en un libro y de igual forma desaparece. 14. Para sentirme un explorador. De lo que hablan los libros del Marqués de Sade (una de cada cincuenta páginas) o Pierre Louys no es fácil tener noticia a través de testimonios directos. 15. Porque soy demasiado co­barde para vivir una vida de peligros. 16. Para encontrar una buena frase. Por ejemplo ésta de Juan Ramón: «Más vale ar­der una vez que asegurarse 365 contraincendios al año». 17. Por el placer de una historia bien contada. 18. Para dar a la cabeza mejores cosas que soñar durante la noche. 19. Para combatir el dolor. Hay quien lee oraciones o fragmentos de El principito; seguramente con idéntico fin -consolarse- es­cribió Saint-Exupéry su libro. 20. Para aprender a escribir. ¿Cómo han dicho otros aquello que yo quiero decir? 21. Pa­ra no tener que escribir. Si descubro que otros ya lo han dicho bien, ¿para qué repetirlo? 22. Para informarme y averiguar qué cosa es esa pelota postal descascarillable de la que todo el mundo habla. 23. Para aprender a mentir y regalar al mun­do las mentiras mejores. 24. Para conocer la verdad. Con la esperanza además de que exista una última verdad tranquilizadora. 25. Porque nunca digo que no a nada. 26. Porque na­die me obliga a hacerla. 27. Por nada en especial, porque no parece una actividad seria. 28. Porque me han dicho que lo que vale la pena es releer, y ya me voy preparando. 29. Por­que es imposible no leer un libro titulado Veinte poemas pa­ra ser leídos en el tranvía (Oliverio Girondo). 30. Por inercia. Aprendiste a leer, leíste y leerás. También las pancartas en las manifestaciones y los mensajes que la gente adhiere a los troncos de los árboles. 31. Por ignorancia. Pensaste que leer te iba a hacer más listo o que te ayudaría a hacer amigos. 32. Para combatir la ignorancia. 33. Para viajar en el tiempo. 34. Porque es una pena no aprovechar tantos libros, con lo que ha costado hacerlos, ¡con lo que ocupan! 35. Porque tal vez en los libros se encuentre lo que busco. 36. Porque aunque en ningún lugar se encuentra lo que busco, y menos en un li­bro, al menos leer no cansa como cansan otras cosas. 37. ¿Por qué no? 38. Por estética. Porque el que lee compone una fi­gura tan bonita como la del pescador de caña. 39. Para saber­lo todo. 40. Para olvidarme de todo. 41. Para volverme vir­tuoso. 42. Por vicio. Es una manía que adquirí y no he podido corregir. 43. Por razones que no recuerdo.

Vicente Ferrer, editor de Media Vaca, responde a la pregunta “¿Por qué leer?” en el número 200 de la revista CLIJ.

4 comentarios:

Elena dijo...

He entrado algunas veces en tu blog, pero es la primera vez que hago un comentario. Me ha gustado mucho esta entrada. Creo que coincido con Ferrer en muchas de sus razones, y me parece un compendio estupendo de porqué para algunos de nosotros es tan imprescindible la lectura. Me quedo con el 42. Es el vicio del que estoy más orgullosa.
Un saludo y enhorabuena por tu blog.

sfer dijo...

Gracias por la enhorabuena, por la visita y por el comentario :-)

Yo, por mi parte, soy incapaz de escoger una de las 43... aunque reconozco que también hay algunas que no comparto.

Anónimo dijo...

Hola sfer! me gusta mucho tu blog, algunos artículos son maravillosos. Felicidades

Marinetix dijo...

Hola Sfer!
Una amiga me recomendó tu blog ya que le parecía que tenía muchas coincidencias con el mío. Algo de razón tenía!
Concretamente, este artículo titulado 43 me remite a un post que escribí ya hace meses, titulado "Pàgines viscudes". Si tienes tiempo, pasa y no te quedes en la puerta, serás muy bienvenida...
Por otro lado, me apunto tu blog en mi lista de blogs interesantes.
Te seguiré!
Ah, una pregunta; me recomiendas Juan José Millás? Supongo que sí, ya que lo he visto en tu perfil como uno de tus favoritos... ¿Me das alguna razón?
Es un autor que me da pereza...
Adelante con Librosfera.
Fins ara.