30 noviembre 2007

Una semana de frases (y V)


Durante el pasado Salón del Libro de Barcelona, se realizaron varias mesas redondas para celebrar el 25 aniversario del Consell Català del Llibre Infantil i Juvenil. Pude asistir a la mesa redonda sobre mediación, en la que participaron (los tienen en la foto, de izquierda a derecha) Pep Molist como crítico, Cecília Lladó como profesora, Mercè Escardó como bibliotecaria, Roser Ros que moderaba a los tertulianos y Rosa Viñallonga como librera. Todas, personas que se encuentran entre el libro y los lectores.

De la sesión, rescato una pregunta que se (nos) hizo Mercè Escardó, que es la frase de hoy para cerrar el ciclo de esta semana.

Si ya tenemos bibliotecas renovadas y bien acondicionadas y profesionales formados y convencidos de su papel, ¿Por qué todavía no leemos con la misma naturalidad con la que andamos, caminamos o comemos? ¿Por qué todavía necesitamos "mediadores" en la lectura"? Lo importante de esta pregunta, no es tanto contestarla , sino hacérsela.

Como bien contestó uno de los participantes de la mesa, la pregunta del millón. ¡Si supiéramos cual es la respuesta! Yo, por mi parte, creo que sí que leemos con la misma naturalidad con la que respiramos. Pero del acto reflejo de leer (carteles, anuncios, direcciones postales, instrucciones, etc.) al acto de amar la lectura, hay el mismo salto que de comer a ser un amante de la comida. Todos hacemos lo primero, pero no todos lo convertimos en algo central para nuestras vidas...

3 comentarios:

SU dijo...

La comparación (de leer a amar la lectura; de comer a ser amante de la comida) me parece muy acertada, Sfer.

Que vaya bien esta noche. Ya contaréis.

SU, mitad ocupada, pero no tanto com la otra, de Llegeixes o què?!

Queso y aceitunas dijo...

"leemos con la misma naturalidad con la que respiramos"...

Es que hay mucha gente asmática en este mundo.

Miguel Sanfeliu dijo...

Una semana fructífera. Es buena costumbre esa de anotar las frases que nos llaman la atención y escribir sobre ellas.
Medardo Fraile cuenta que una vez subió a un autobús y escuchó a un señor que decía: "Pues yo una vez leí una novela..." Y con eso escribió un cuento.
Un abrazo