- Leí y leí y leí libros y cuentos que giran en torno a la escuela. Me reí con las historias del pequeño Nicolás, me emocioné con L’escola Buida de Tahar Ben Jelloun (1), descubrí a las entrañables ratoncitas de Kevin Henkes (Crisantemo y Prudencia) y de camino a la escuela (2) encontré historias de todos los continentes. Cuando hube terminado con todos ellos (y fueron muchos), me fui a una biblioteca a hablar sobre estos libros a papás y mamás (bueno, en realidad todo fueron mamás...).
- Fue mi santo y me regalaron el escalofriante The Rabbits (texto de John Marsden e ilustraciones de Shaun Tan) y la entrañable Selma, de Jutta Bauer (3). También fue el cumpleaños de Enhac y le regalé dos cómics de la mazmorra y un libro infantil sobre una pingüina muy artística que le robó el corazón.
- Descubrí y me convertí en una fan, todo al mismo tiempo, de Daniel Nesquens, del que ahora empiezo a leer Mi familia sabiendo que me gustará todavía más que Puré de guisantes (4)
- Leí y leí y leí material sobre Gianni Rodari (5). Artículos y ensayos y también algunos libros suyos, y luego escribí un breve artículo sobre él que publicarán en una revista.
- Reencontré un libro perdido… no es que lo hubiera comprado y no supiera dónde lo había metido en casa, sino que lo vi en una librería, pensé en apuntar el título pero no lo hice, y luego fui incapaz de recordarlo y en la librería ya no estaba donde lo vi por primera vez. Pero ayer, en la librería Loring, lo tenían en una de las mesas. Esta vez no lo dejé escapar. Se trataba de La Casa de papel, de Carlos María Domínguez con ilustraciones de Peter Sís, publicado por Mondadori.
Y así, en todas estas cosas, ando metida.
Y a pesar de todas las lecturas, siguen quedando tantos libros por leer...
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FRAGMENTOS
(1) - ¿Entonces, maestro, qué es lo peor del mundo?
- Lo peor del mundo no es la muerte, ni la enfermedad, ni el miedo, sino la ignorancia.
“Lo dijeron los antiguos, nuestros antepasados, nuestros maestros,
“los que nos precedieron en la vida, en el bien y en el dolor,
“los que reflexionaron sin haber pisado las grandes universidades,
“los que leyeron libros y descifraron los mensajes de las nubes y los bosques,
“los que leen la corteza de los árboles y los ojos de las madres y saben interpretar la música del viento,
“los que no tenían grandes certezas,
“los que decían ‘quizás’, ‘es posible’, ‘sólo Dios lo sabe’, ‘espera a verlo’, ‘ten paciencia’, ‘toma el tiempo que necesites para pensar’, ‘mira como fluye el agua del río’...,
“los que no afirman nada definitivo,
“los que yo llamo los antiguos, que han abrazado el tiempo y en él han descubierto las huellas de la sabiduría,
“los que han sido humildes y modestos, dignos y graves,
“los que nunca cerraron el camino que lleva a la escuela y al conocimiento,
“los que han citado al Profeta, que decía que hay que adquirir el conocimiento aunque para conseguirlo sea necesario ir hasta la China,
“los que no desenterraron nunca sus raíces para plantarlas en una tierra árida,
“los que decían que lo peor del mundo no es ni la muerte, ni la enfermedad, ni el mido, sino la ignorancia.
[Fragmento de L’escola buida, de Tahar Ben Jelloun. Traducción casera del catalán.]
(2) De tanto uso, el libro de texto se ha estropeado. Tiene las esquinas dobladas y los bordes sucios, gruesos y astillados. Tan solo las imágenes conservan su esplendor. Al pasar las hojas, semana tras semana, y leer repetidamente cada párrafo, se termina conquistando el texto. Las palabras adquieren un aire familiar. Poco a poco, se han ido convirtiendo en imágenes. Al final de año, ¿qué significa “saber leer”? ¿Que el libro es muy grueso bajo el codo izquiero y muy fino bajo el codo derecho? ¿Que las palabras tienen rostro? ¿Que nos hablan, que nos cuentan su historia? ¿Que toparse nuevamente con una página que nos gusta es recorrer con una sonrisa un camino mil veces visitado?
[Fragmento de De camino a la escuela, texto de Anne Bouin, editado por SM.]
(3)
[Así empieza Selma, de Jutta Bauer, editado por Zambón Iberoamericana]
(4) La música comenzó a sonar. Mamá me cogió de la mano, la puso sobre su cintura y me invitó a bailar. Mamá descalza, vestida como una princesa; yo, en pijama. El disco se acabó y la cena comenzó.
- Mamá, ¿puedo abrir una lata de mejillones? – le pregunté.
- Claro, rey mío – y me acarició la cabeza como solo ella sabe.
[Fragmento de Puré de guisantes, de Daniel Nesquens. Editorial Anaya.]
(5) Una técnica se puede aprender a pescozones: igual se aprende la técnica de la lectura. Pero el amor a la lectura no es una técnica, es algo mucho más interior vinculado a la vida, y, a pescozones (reales o metafóricos) no se aprende.
[Fragmento de 9 maneras de enseñar a los niños a odiar la lectura, de Giannir Rodari, en CLIJ número 187 – noviembre 2005.]
(4) La música comenzó a sonar. Mamá me cogió de la mano, la puso sobre su cintura y me invitó a bailar. Mamá descalza, vestida como una princesa; yo, en pijama. El disco se acabó y la cena comenzó.
- Mamá, ¿puedo abrir una lata de mejillones? – le pregunté.
- Claro, rey mío – y me acarició la cabeza como solo ella sabe.
[Fragmento de Puré de guisantes, de Daniel Nesquens. Editorial Anaya.]
(5) Una técnica se puede aprender a pescozones: igual se aprende la técnica de la lectura. Pero el amor a la lectura no es una técnica, es algo mucho más interior vinculado a la vida, y, a pescozones (reales o metafóricos) no se aprende.
[Fragmento de 9 maneras de enseñar a los niños a odiar la lectura, de Giannir Rodari, en CLIJ número 187 – noviembre 2005.]
6 comentarios:
Bonita metáfora la de "La casa de papel": eso de que los libros puedan servir como ladrillos para construir una casa-vida es muy sugerente.
A veces la metaliteratura es un poco recalcitrante pero en este caso resulta muy imaginativa.
Me encanta esta frase "Y a pesar de todas las lecturas, siguen quedando tantos libros por leer...", es un gran consuelo para todos a los que nos gusta leer. Por mucho que leamos siempre quedaran más libros para leer que los que ya hemos leido. Y es que cada vez que termino un libro que me ha atrapado me queda una sensación de tristeza, pero bueno, hay que pensar en las nuevas lecturas que encontraremos...
Hola!!!
Me permito invitarte a leer mi cuento LA FELICIDAD ME ASUSTA.
Es sólo un fragmento. Aún así, creo que será divertido leer ese pedacito.
Sólo espero que disfrutes tanto leerlo, como yo lo disfrute al escribirlo…
http://omarmesones.blogspot.com/
bé, no sé si sentir-me contenta o culpable que t'hagin passat tantes coses amb les "pilotes fora" que dius que et tiro, però bé... felicitats a tots dos, a tu i a l'Enhac.
ens veiem el dia 10 i buscaré el puré de guisantes...
Juan, a veces olvido que debería sentirme agradecida por ello... más que consuelo a mí a veces me provoca angustia. Por cada libro que leo, apunto cinco más que quiero leer...
Omar, pasaré por allí. Gracias :-)
Berta: contenta, sempre contenta, si us plau...
¿Cuándo podremos leer ese artículo sobre Rodari? ¿Y en qué revista?
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