13 noviembre 2007

Ménage à trois


Los mejores lectores que conocemos – aquellos apasionados de la lectura cualitativa de cualquier tipo, medida y género – son también, casi siempre, cinéfilos con mayúscula, exquisitos catadores de músicas, exigentes televidentes, y excelentes conversadores. No debe ser casualidad... Son, en general, gente ávida de todo aquello que se puede escuchar, ver, o sentir emotivamente [...]. Son, en definitiva, lectores. Porque, en el núcleo de todas las artes que les apasionan, entre las cuales podríamos incluir la pedagogía – que no se debe confundiar jamás de los jamases con la didáctica –, está siempre la comunicación. Y la comunicación, tal y como saben los eruditos, está hecha de mensajes. Da igual que la forma de este mensaje se llame guión, argumento, relato, explicación o sensación. Un lector es siempre un receptor. Capaz, a su vez, de ser emisor, utilizando, si más no, el habla, el más senzillo de los vehículos transmisores.

[...]

En la difusión del libro, de la lectura entendida como praxis vivencial del arte, el sistema del boca-oreja es fundamental. Seguramente insustituible. Es sobre todo de nuestros amigos de quien esperamos un consejo crítico antes de ir al cine, de visitar una exposición, de entrar a un restaurante, de comprarnos un vestido, de emprender una excursión, o... de leer un libro. Todo lo que puede convertirse en regalo o fiesta es bueno que nos llegue de boca de un amigo. ¡Como si no hubiéramos hablado lo suficiente de la importancia de la comunicación en estas páginas! El libro, pues, necesita de buenos amigos lectores, para enamorarnos. De alguien que se haya sentido cautivado ante tal o cual historia, tan implicado emotivamente en ella, que si no la extiende, rebienta. Estos términos pueden parecer exagerados – y de hecho, lo son – pero no están tan alejados de la realidad como para no dar en el blanco. [...] ¿Cuántas veces tendremos que decir que un libro forma parte de un ménage à trois?

[Fragmentos de Primeres literatures: llegir abans de saber llegir, de Teresa Duran i Roser Ros. La traducción es casera. La versión original en catalán, en los comentarios. Las imágenes, de Maarten Uilenbroek. Me río yo sola de pensar en la cantidad de gente que acabará leyendo esta entrada cuando en realidad iban buscando otra cosa, je je...]

8 comentarios:

sfer dijo...

[Versió original en català del text de l'entrada]

Els millors lectors que coneixem – aquells apassionats de la lectura qualitativa de tota mena, mida i gènere – són també, gairebé sempre, cinèfils amb majúscula, exquisits catadors de músiques, exigents televidents, i excel•lents conversadors. No deu pas ser perquè sí... Són, en general, gent àvida de tot allò que es pot escoltar, veure, o sentir emotivament [...]. Són, en definitiva, lectors. Perquè, al nucli de totes les arts que els apassionen, entre les quals podríem comptar-hi la pedagogia – que cal no confondre mai dels mais amb la didàctica –, hi ha sempre la comunicació. I la comunicació, tal com saben els erudits, és feta de missatges. Tant se val que la forma d’aquest missatge s’hagi d’anomenar guió, argument, relat, explicació o sensació. Un lector és sempre un receptor. Capaç, al seu torn, de ser emissor, utilitzant, si més no, la parla, el més senzill dels vehicles transmissors.

[...]

En la difussió del llibre, de la lectura entesa com a praxi vivencial de l’art, el sistema del boca-orella és fonamental. Segurament insubstituïble. És sobretot dels nostres amics de qui esperem un consell crític abans d’anar al cinema, de visitar una exposició, d’entrar a un restaurant, de comprar-nos un vestit, d’emprendre una excursió, o... de llegir un llibre. Tot allò que pot esdevenir regal o festa és bo que ens arribi de la boca d’un amic. Prou que hem parlat de la importància de la comunicació en aquestes pàgines!
El llibre, doncs, necessita de bons amics lectors, per enamorar-nos. D’algú que s’hagi sentit corprès davant tal o qual història, tan implicat emotivament en ella, que si no l’escampa, rebenta. Aquests termes poden semblar exagerats – i de fet, ho són –, però no pas tan allunyats de la veritat com per no fer diana. [...] Quants cops caldrà dir-ho que un llibre forma part d’un ménage à trois?

Anónimo dijo...

Me encanta el primer fragmento. Es tan real como la vida misma.

Anónimo dijo...

El primer fragmento es la leche! Si me fuera dado escoger una lectura para escucharte en un café, elegiría ésta.

Un abrazo desde Tökland.

Anónimo dijo...

¿El libro está publicado en castellano?

Anónimo dijo...

Claurus, sfer em corregirà, però jo diria que el llibre exacte no es troba en castellà, és a dir, que tot sencer amb la part de Roser Ros i Teresa Duran no. Ara bé, Anaya va publicar en castellà la part de la Teresa Duran. Per mi la part més important.
i aquesta és la referència.
Duran, Teresa Leer antes de leer/ Teresa Duran; Madrid: Anaya, cop. 2002 (La Sombra de la palabra
ISBN: 84-667-1727-7

sfer dijo...

Yo de mayor quiero ser como berta :P

Anónimo dijo...

Gracias, si es ese, entonces lo tengo.

Anónimo dijo...

ménage à trois?
los títulos están para eso, para definir los textos, para seducir, para atraernos o engañarnos, para abrir puertas...
la seducción es todo eso, y más.
¿A dónde nos llevan esas puertas?
¿A dónde nos llevan los muchos libros que tú recomiendas?
serán nuevos caminos, como los que encuentra alicia tras el espejo.
saludos, Eduardo.