20 marzo 2008

El placer de leer (III)



[Fotografías de Iker Unzalu Ripa - Finalista mejor colección]

El lector adicto, el que no puede dejar de leer, y, el lector insomne, el que está siempre despierto, son representaciones extremas de lo que significa leer un texto, personificaciones narrativas de la compleja presencia del lector en la literatura... Los llamaría lectores presos, para ellos la lectura no es solo una práctica, sino una forma de vida... El lector es también el que lee mal, distorsiona, percibe confusamente... no siempre el que tiene mejor vista lee mejor.

El último lector
Ricardo Piglia
Anagrama

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que hermoso vicio la lectura. Me pueden faltar muchas cosas, pero nunca un libro que leer. las fotos son preciosas.

sfer dijo...

Sí que llega a convertirse en un vicio. Quizá incluso en alguna obsesión. ¿Quizá incluso llegue un momento en el que se convierta en "bibliopatía"? Si es así, por aquí estamos a punto de caer al otro lado :-)

H dijo...

¿"Bibliopatía", dicen?

Si hubiera que diagnosticar algo así se formarían largas filas de "bibliópatos" que, por supuesto, irían acompañados de sus libros.

Saludos desde este otro continente.

sfer dijo...

Las consultas médicas, uno de los mejores sitios para leer, h. Y muy a tono con esa preciosa palabra "letraheridos", con la que seguro que muchos de nosotros nos indentificamos.

Saludos, h :-)