El último amigo, encargado de la gestión de su obra póstuma y heredero de las deudas de Oscar Wilde, fue Robert Ross (RIP 1918), que murió víctima de la gripe española. Varió, para sí mismo, en broma, el célebre epitafio de Keats – “Aquí yace uno cuyo nombre se escribió en el agua” –, añadiendo una sola palabra: “Aquí yace uno cuyo nombre se escribió en el agua caliente.”
(De Diccionario de últimas palabras, de Werner Fuld; Editorial Seix Barral, 2004)
08 abril 2006
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