He guardado para esta última entrega un álbum muy especial. Podría decirse que con él empezó todo. Parece que fue hace mucho, pero tan solo han pasado unos años. Hacía poco que habíamos inaugurado el 2004 cuando me inscribí en un curso de literatura infantil y juvenil. Ya me atraían los libros para niños, pero no tanto desde un punto de vista personal, sino más profesional: trabajando en una biblioteca, y pasando muchas horas en la sección infantil, sentía curiosidad por saber más sobre esta literatura. Pero no me imaginaba que pudieran existir álbumes que me atrajeran más allá de ese interés por conocer qué libros infantiles me parecían más apropiados, divertidos, mejor ilustrados, de más calidad para los niños. No pensaba que hubieran libros así también para mí.
Y entonces, Pep Molist nos leyó en voz alta, en una de las sesiones del curso, Un somni redó, de Juan Carlos Chandro, ilustrado por Gonzalo Izquierdo. Y quedé atrapada... y así sigo.
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"Hi havia una vegada un infant que somiava ser gran per a saber la resposta de totes les preguntes. I perquè ningú no tornara a dir-li: Això ja ho comprendràs quan sigues gran.
L'infant vivia en una caseta que somiava ser un gratacels, perquè se'l poguera veure des de tots els llocs. I perquè al seu interior visqueren centenars de persones.
La caseta es trobava en un poble que somiava ser una ciutat per a aparéixer a tots els mapes i per a rebre cada any milers de visitants.
El poble pertanyia a una petita nació que somiava ser una gran nació, perquè els seus habitants se sentiren orgullosos de viure en un país poderós. I perquè els altres països la temeren i la respectaren.
La petita nació era a la Terra, que somiava a ser el Sol per a ser la reina del sistema solar. I perquè els altres planetes giraren al seu voltant...
Però hi havia una cosa que la petita nació, el poble, la caseta, i l'infant no sabien. No sabien que el Sol, la gran nació, la ciutat, el gratacels i les persones grans també somiaven.
El Sol somiava ser la Terra per a poder estar replet de vida. I per a saber què és la nit.
La gran nació somiava ser una petita nació, perquè els seus habitants se sentiren orgullosos de viure en un país que mai no s'havia aprofitat dels altres països. I perquè els altres l'estimaren i la respectaren sense tindre-li por.
La ciutat somiava ser un poble perquè tots els seus veïns es conegueren entre si. I perquè s'ajudaren els uns als altres quan ho necessitaren.
El gratacels somiava ser una caseta, per a ser la llar d'una família que se l'estimara. I perquè aquesta família la considerara part de la seua vida per haver anat omplint-la de records any rere any.
I cada persona gran somiava ser un infant, per a seguir creient que totes les preguntes tenen resposta. I perquè ningú no tornara a dir-los: Ets massa vell per a comprendre això.
I també perquè totes les nits, després de gitar-se, la seua mare els llegira un conte. I després somiar..."
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["Había una vez un niño que soñaba ser mayor para saber la respuesta a todas las preguntas. Y para que nadie volviera a decirle: Eso ya lo comprenderás cuando crezcas.
El niño vivía en una casita que soñaba ser rascacielos, para que se la pudiera ver desde todas partes. Y para que en su interior vivieran cientos de personas.
La casita se encontraba en un pueblo que soñaba ser una ciudad para aparecer en todos los mapas y para recibir cada año miles de visitantes.
El pueblo pertenecía a una pequeña nación que soñaba ser una gran nación, para que sus habitantes se sintieran orgullosos de vivir en un país poderoso. Y para que los otros países la temieran y la respetaran.
La pequeña nación estaba en la Tierra, que soñaba ser el Sol para ser la reina del sistema solar. Y para que los otros planetas giraran a su alrededor...
Pero había una cosa que la pequeña nación, el pueblo, la casita y el niño no sabían. No sabían que el Sol, la gran nación, la ciudad, el rascacielos y las personas mayores también soñaban.
El Sol soñaba ser la Tierra para poder estar repleta de vida. Y para saber qué es la noche.
La gran nación soñaba ser una pequeña nación, para que sus habitantes se sintieran orgullosos de vivir en un país que nunca se había aprovechado de otros países. Y para que los otros la quisieran y respetaran sin tenerle miedo.
La ciudad soñaba ser un pueblo para que todos sus vecinos se conocieran enre sí. Y para que se ayudaran los unos a los otros cuando lo necesitaran.
El rascacielos soñaba ser una casita, para ser el hogar de una familia que la quisiera. Y para que esta familia la considerara parte de su vida por haber ido llenándola de recuerdos año tras año.
Y cada persona mayor soñaba con ser un niño, para seguir creyendo que todas las preguntas tienen respuesta. Y para que nadie volviera a decirles: Eres demasiado viejo para entenderlo.
Y también para que todas las noches, después de acostarse, su madre les leyera un cuento. Y después soñar...”]
***
Con este texto, y su traducción casera al castellano (aunque existen ambas ediciones, publicadas por Tàndem), vamos a cerrar este ciclo de álbumes para todas las edades. Espero que hayan disfrutado. Yo, al menos, lo he hecho. La próxima vez que vayan a una librería, deténganse en la sección infantil. Quizá encuentren más de lo que esperaban...
[Resumen de la serie 6 días 6 álbumes.]