... un diccionario enciclopédico en cuatro o cinco tomos, con unas hojas al final del último tomo con fotografías. Las banderas de las comunidades autónomas, los trajes regionales, modelos de coche, los planetas del sistema solar, insectos y tipos de plantas...
... un libro sobre sexualidad que miraba a escondidas, aunque las fotos más subidas de tono eran de Marilyn Monroe y Sofía Loren.
... libros que regalaban las cajas de ahorro. La Colmena y Viaje a la Alcarria, de Cela, o la guía práctica de las reparaciones, en edición bilingüe.
... libros de cocina, aunque todo lo que había que saber sobre cocina se sabía sin necesidad de abrir un solo libro. Simone Ortega era, sin duda alguna, la reina.
... los anuarios de la Semana Santa de Tobarra, donde nació mi padre. Fotos de tambores y pasos y nazarenos.
... novelas de Corín Tellado y Vázquez Montalbán, los reyes de la ficción. Adivinen a quién leía cada uno de mis progenitores.
... un diccionario de francés-español, al que jubilamos hace tan solo un par de años. Tuvo una vida larga y próspera.
... álbumes de sellos (así puedo saber que el año que nací apareció una serie de homenaje a Picasso y que SS.MM. viajaron a Méjico, Perú y Argentina...)
... más tarde, la clásica enciclopedia temática, comprada a la niña para que estudie y aprenda a un vendedor de los que iban puerta a puerta. Con ella, me regalaron una bicicleta que no llegué a usar más de dos veces antes de que me la robaran.
... poco a poco, más libros míos que de mis padres. Un padre más lector de prensa diaria que de otra cosa. Una madre que, agotado el filón Tellado, ha pasado décadas buceando sólo en las revistas del corazón.
05 junio 2007
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14 comentarios:
No lo escondas ¡saca las fotos de Musil y Joyce!
Me encanta este post, creo que te pido permiso para copiar la idea...
Te adelanto que en la biblioteca de mis padres estaban los ejemplares del círculo de lectores de los 60 y 70, así conocí a Heminwey, a Pearl S. Buck entre otros. Luego los betsellers: tiburón, algunos de Forshait, Odessa, el cuarto protocolo, de ese estilo.
Pero lo mejor del mundo era la biblioteca de mi abuela, era interminable, ediciones del XIX de mi bisabuela, ediciones argentinas de lo prohibido durante el franquismo, libros en francés, incluso libros del siglo XVIII.
Que genial post!!!!!!!!!
Yo tenía (mejor dicho tengo) esos libros, que bueno recuerdos!!!!!!!
Un saludo
Permiso concedido (no solo a claurus, a quien quiera recordar aquellos maravillosos años).
Ni Musils ni Joyces... pero Claurus sí que me ha hecho recordar dos libros más que había en la biblioteca de mis padres: "Shogun" y "Pelham, uno, dos, tres"... Que si no eran otro regalo de la Caixa, poco les faltaba.
Ay niña, ese libro de reparaciones también está en casa de mis padres... desde luego que parecidas son las bibliotecas de personas de más o menos la misma edad...
En mi casa también hay libros de cajas de ahorros y del circulo de lectores que me he leído de cabo a rabo
Me encanta esta entrada. Así que me sumo al recordatorio. Dado que tengo dos hermanos bastante mayores que yo, ellos se encargaron de llenar las estanterías. Mi hermana aportó, entre otros, "Mujercitas". Las Obras Completas de Dostoyevsky (Aguilar, papel biblia y encuadernación de cuero) las compró cuando empezó a trabajar. Mi hermano coleccionaba Hazañas Bélicas como un poseso.
A Simone Ortega la aporté yo. Con los años, mi hermana me descubrió las primeras obras de John Irving.
Ostres, el llibre de SOS també el recordo i com no, tots els de la Caixa. A casa meva, els meus pares també tenien una col·lecció de novel·les de grans autors que crec que havia publicat RTVE. Eren més de 50! Hi havia els clàssics però en una edició força cutre, de color crema... Segur que també la recordeu.
¡Uy! Se me olvidaba. Gracias, Claurus por recordar a Pearl S. Buck que compartía estante con Maxence Van Der Meersch. ¡Colección Reno de Plaza & Janés! Habría que levantar un monumero a esa colección.
Totalmente cierto. Yo tenía, tengo exactamente los mismos libros.
¿Ningún Joyce? ¿Ningún Musil?
Hum... qué curioso...
Gracias por vuestras aportaciones :-)
A mi padre le dio por la novela negra americana, algo muy de agradecer, así que Ellery Queen, Dashel Hamet, S.S.van Dine y, por cupuesto, la colección completa del Cículo de Misterio, que sacó Plaza y era de entrega semanal en los quioscos, ¿os acordáis? Un pequeño homenaje a los que de verdad nos enseñaron a leer.
Lo más interesante que recuerdo de la biblioteca de mis padres eran los libros del Círculo de Lectores, la mayoría sin abrir. Y como no tenían a Stephen King, supuse que no serían muy buenos.
Qué tiempos aquellos.
En mi casa la lectura más común era la de "Selecciones de Reader's Digest". También libros de Circulo de Lectores, claro: El diario de Ana Frank, Chacal, Papillón, Archipiélago Gulag, Odessa... Y también "El libro de la salud", diccionarios y la colección completa de obras de Cornell Woolrich...
Buen recordatorio. Siempre está bien volver la vista atrás.
Un abrazo.
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