Si hacéis clic aquí, podréis ver el ránking de las novelas, las novelas juveniles, los cuentos, los cómics, los discos y las películas más prestados en la Xarxa de Biblioteques de la Diputació de Barcelona durante el 2005. Un ránking totalmente insatisfactorio, así que os lo podéis saltar y miraros MI ránking particular de novelas para el pasado año 2005.
1.- Océano mar, de Alessandro Baricco.
Bartleboom tiene treinta y ocho años. Él cree que en alguna parte, por el mundo, encontrará algún día a una mujer que, desde siempre, es su mujer. De vez en cuando lamenta que el destino se obstine en hacerle esperar con obstinación tan descortés, pero con el tiempo ha aprendido a pensar en el asunto con gran serenidad. Casi cada día, desde hace ya años, toma la pluma y le escribe. No tiene nombre y no tiene señas para poner en los sobres, pero tiene una vida que contar. Y ¿a quién sino a ella? Él cree que cuando se encuentren será hermoso depositar en su regazo una caja de caoba repleta de cartas y decirle
- Te esperaba.
Ella abrirá la caja y lentamente, cuando quiera, leerá las cartas una a una y retrocediendo por un kilométrico hilo de tinta azul recobrará los años - los días, los instantes - que ese hombre, incluso antes de conocerla, ya le había regalado. O tal vez, más sencillamente, volcará la caja y, atónita ante aquella divertida nevada de cartas, sonreirá diciéndole a ese hombre
- Tú estás loco.
Y lo amará para siempre.
2.- Ensayo sobre la lucidez, de José Saramago.
Que no lo oiga el diablo, señor ministro, El diablo tiene tan buen oído que no necesita que se le digan las cosas en voz alta, Entonces que dios nos valga, No vale la pena, ése es sordo de nacimiento.
3.- Una vida imaginaria, de David Malouf.
4.- Escrito en el cuerpo, de Jeanette Winterson.
Escrito en el cuerpo hay un código secreto, sólo visible bajo ciertas luces; los posos de toda una vida se acumulan en él. En algunos sitios, el palimpsesto está tan trabajado que las letras, al tacto, parecen braille. Me gusta guardar mi cuerpo enrollado lejos de las miradas curiosas. Sin llegar nunca a desplegarme demasiado, a contar toda la historia.
5.- El país de las últimas cosas, de Paul Auster.
Todo es posible, y eso es prácticamente lo mismo que nada, casi como nacer en un mundo que nunca ha existido.
6.- Vuelo nocturno, de Antoine de Saint-Exupéry.
No sé si lo que hago está bien. No sé cuál es el exacto valor de la vida humana, de la justicia, o de la tristeza. No sé exactamente lo que vale la alegría de un hombre. O una mano que tiembla. O la piedad, o la dulzura...
7.- Sin sangre, de Alessandro Baricco. .
8.- 84, Charing Cross Road, de Helene Hanff.
9.- Caramelo, de Sandra Cisneros.
10.- La mujer y el mono, de Peter Hoeg.
Es en el preciso instante en el que nos damos cuenta de que hemos perdido algo, en el que la pérdida sangra y la conciencia no ha empezado aún a coagularse, cuando el significado de lo que hemos perdido se nos aparece con la máxima claridad.
Pasad un buen fin de semana. Brindaré con chocolate y churros por todos vosotros el sábado por la tarde, y volveré un poco tarde, el miércoles un poco más cerca de los 30 que hoy.
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