01 marzo 2010

Los cómics de febrero

Saul Steinberg decía que él escribía dibujos. Lo decía en un doble sentido, él realmente escribía dibujos con palabras, pero también hablaba de que el dibujo es un producto del pensamiento y transmite pensamiento igual que la palabra. En cambio la gente piensa que el pensamiento se transmite únicamente de manera verbal y que el dibujo es otra cosa. Es la misma con otra forma. El dibujo es una continuación del pensamiento.

Max, en el número 293 de la revista Quimera.

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Febrero se me ha quedado "pequeño", así que hagamos como si no hubiera terminado todavía...

Me fascinan las historias "mudas", sin texto, puramente gráficas/visuales/ilustradas. No sabría decirles por qué, pero me pasa tanto con los cómics como con los libros infantiles (entre mis favoritos: La sorpresa, de Sylvia Van Ommen; Del otro lado del árbol, de Mandana Sadat; Un día un perro, de Gabrielle Vincent). Quiero achacarlo a la posibilidad de superar las barreras idiomáticas y poder disfrutar de una narración que puedo comprender a pesar de que haya sido pensada en francés, alemán o sueco (no salgo de Europa, porque soy consciente de que los códigos narrativos de culturas más alejadas como las asiáticas quizá sí que impusieran barreras de comprensión a pesar de utilizar únicamente la imagen para narrar...).

Es por eso que los dos cómics recomendados para este mes de febrero no contienen palabras. O, en cualquier caso, contienen muy pocas...

Por un lado, están las pequeñas historias de Hieronymus B, de Ulf K. Narraciones surrealistas con un punto de ternura, protagonizadas por ese personaje tan parecido al Señor Paul (por algo ambos son hijos del mismo padre).
Y por otro, está el juego que nos propone Leif Tande en Morlac. Yo lo pensé y Berta lo puso por escrito: es un "escoge tu propia aventura" pero en elegante. Un cómic que es en realidad un juego de viñetas, y que al principio desconcierta, pero solo hace falta saber cuál es el truco para saber "leerlo".

Son solo dos, entre muchos. No puedo dejar de mencionar 73304-23-4153-6-96-8, el numérico título de uno de los cómics de Thomas Ott, realmente inquietante, o el ¡Chhht! de Jason, también asiduo de las historias sin palabras.

Como pequeño homenaje a las historias mudas, esta semana voy a dejarles una cada día. Historias de una página en las que se cuenta sin hablar.

Silencio... se lee.

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