Libros de espuma, imágenes que se expresan con la musicalidad de su paleta de colores, volúmenes troquelados, cuadernos de primeras palabras, adaptaciones de historias vertidas por bardos mal informados, novelas de aventuras, lecturas obligadas por muchos que no consienten en aprender a leer, poemas enrojecidos, primeras historias eróticas, juegos de palabras, textos sin reflexiones, ensayos sin comprobar, novelas escapistas, cánones literariamente analfabetos, últimos exilios y fracasos tempraneros, diarios y dietarios apócrifos, biografías mentidas y auténticas ficciones verdaderas. Y al término de todo un nuevo inicio en la penumbra del tiempo imaginado, comprendido y recordado en las palabras releídas, que hay quien defiende que son las únicas que en el fondo cuentan, los clásicos que cada cual aprende a querer y a desear para transformarlos en una posesión intransferible, pasajera para el resto, que hará lo propio con decisiones ajenas.
[Victor Aldea, escritor, profesor y traductor, en el número de octubre de 2008 de la revista CLIJ]
05 marzo 2009
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5 comentarios:
¡QUÉ BUENÍSIMO QUE HAYAS VUELTO!
Bentornada, Sfer!
Gràcies nois :-)
Em fa molt feliç que t'hagis fixat en el meu text sobre la lectura i els llibres, és a dir, la vida. Una abraçada,
Víctor Aldea
Un plaer per a nosaltres poder gaudir de les seves paraules.
Moltes gràcies també per la seva visita i comentari! :-)
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