¡Cinco años ya!
No no, no es que me equivocara y celebrara el sexto aniversario de Librosfera cuando en realidad eran cinco.
No no, no es que me equivocara y celebrara el sexto aniversario de Librosfera cuando en realidad eran cinco.
No. Quien hace cinco es [el ojo fisgón].
Y lo celebra con una entrada que no pueden perderse, y proponiéndonos dos preguntas que... ¡vaya miga tienen las preguntas! Como que llevo varios días dándoles vueltas, a pesar de haber decidido "reescribirlas" un poco (o lo que es lo mismo, en lugar de contestar a las preguntas que Martín quiere que contestemos, contestar a las que a mí me interesa contestar).
Dejándonos de trabalenguas, Martín pregunta...
1. ¿Cuáles creen ustedes que son tanto los acontecimientos que más han marcado la evolución del sector del libro como las transformaciones más importantes que éste ha sufrido durante estos cinco años?
2. ¿Cuáles son los retos a los que deberá enfrentarse el sector del libro durante los cinco años que vienen?
... pero una servidora va a contestar a...
1. ¿Cuáles creen ustedes que son tanto los acontecimientos que más han marcado la evolución de las bibliotecas públicas como las transformaciones más importantes que éstas han sufrido durante estos cinco años?
2. ¿Cuáles son los retos a los que deberán enfrentarse las bibliotecas públicas durante los cinco años que vienen?
... porque ahí sí que creo poder aportar algo a la conversación, y como sé que a Martín también le interesan las bibliotecas, seguro que estará interesado en mi respuesta a esas preguntas. Quizá sea el único, especialmente viendo la extensión de la entrada, pero como este es mi blog, puedo hacer en él lo que me apetezca :-D
[Nota: en las respuestas a las preguntas, aunque diga "bibliotecas", me estoy refiriendo principalmente a las "bibliotecas públicas", que es el sector que más conozco; hace tiempo que no soy usuaria de las bibliotecas universitarias, las bibliotecas escolares no existen en nuestro país, y al no haber estudiado biblioteconomía y documentación desconozco también el funcionamiento y la dinámica de otros centros, así que... cada uno a lo suyo].
Vayamos por la primera pregunta. ¿Qué acontecimientos han marcado la evolución de las bibliotecas públicas en estos últimos cinco años, y qué transformaciones han sufrido?
La web 2.0: en estos últimos cinco años, son múltiples las bibliotecas que han pasado de tener muy poca presencia en línea a subirse al carro de la web social. Primero fueron masivamente los blogs, y ahora Twitter y Facebook, añadiendo la creación de contenido en línea (guías de lectura en issuu, vídeos en youtube, etc...) y también algunos proyectos de creación propia como mapas interactivos con recorridos literarios y cosas así. De todos modos, aunque la presencia de bibliotecas en los servicios de web social se ha multiplicado, creo que pocas han asumido lo que la web 2.0 significa: escuchar y dialogar. Así que no es nada extraño encontrar a bibliotecas monologando solas en la web sin preocuparse de si hay alguien al otro lado, cuando deberían estar saliendo a buscar a los usuarios allá donde ellos se encuentran.
Más colaboración: es la otra cara, la interna, de la web 2.0. La eclosión de las herramientas gratuitas que permiten el trabajo colaborativo (Google Docs, sin ir más lejos) ha permitido a las bibliotecas una colaboración más estrecha y mucho más sencilla. Crear guías de lectura entre varias bibliotecas, compartir el excel de adquisiciones con otras bibliotecas de la misma población para no duplicar fondos de manera innecesaria, calendarios, herramientas, listados de webs recomendadas... hoy en día es mucho más fácil que las bibliotecas compartan su trabajo y así aporten su granito de arena para mejorar la eficacia y la eficiencia de la red de bibliotecas públicas evitando duplicar esfuerzos. Aun así, como en el punto anterior, estamos lejos de un ideal: nos faltan espacios de referencia liderados por instituciones capaces de aglutinar a la mayoría de los agentes implicados: en Barcelona lo ha intentado la Diputación, pero a mi modo de ver ha fallado estrepitosamente porque falta también la "cultura del compartir" en una gran parte del colectivo de trabajadores de las bibliotecas. A veces me sorprendo de lo poco que se usa ni siquiera la lista de distribución de todas las bibliotecas de la provincia de Barcelona que tenemos configurada en el Outlook.
La piratería: nos afecta como a todo el mundo. Mira que nosotros no "vendemos", ni siquiera "alquilamos", es decir... lo que ofrecemos, lo ofrecemos "gratis" (ojo a las comillas: que ya sé que lo pagamos entre todos - pero vamos, igual que TVE y que otras tantas cosas), pero ni así ha habido manera de frenar la caída en los préstamos de material audiovisual, especialmente CD musical y DVD. Estrepitosa, sobre todo la de la música. Es normal, no hay que echarse las manos a la cabeza, pero quizá sí que habría que replantear la compra de estos materiales para sacarles más partido y ofrecer de una vez un servicio de préstamo interbibliotecario potente que incluya material audiovisual. ¿Qué sentido tiene que 20 bibliotecas tengan el último disco de Julianna Barwick, si 18 de los 20 ejemplares van a estar siempre disponibles?
¿Y el libro electrónico?: supongo que muchos esperarán que lo incluya como uno de los acontecimientos que más nos han marcado en estos años, pero en realidad, creo que no ha sido así. En cualquier caso, cuando lo ha hecho ha sido claramente de forma negativa, porque en las pocas ocasiones en las que se ha dignado hacer acto de presencia nos ha hecho perder el oremus e invertir tiempo, esfuerzo y dinero de la manera menos apropiada posible: sin una planificación, sin una estrategia, y simplemente para salir en los periódicos. Algunas bibliotecas se lanzaron a comprar lectores de libros electrónicos, sin tener ni idea de cómo iban a conseguir los contenidos para "rellenarlos" ni del uso que se les iba a dar. Algunos lo solucionaron usándolos solo en algún club de lectura experimental, otros elaborando normativas de préstamo bastante marcianas... experiencias desde mi punto de vista totalmente fallidas. El tiempo que nos hemos pasado admirando el continente lo podríamos haber invertido en contenido, sobre todo teniendo en cuenta los tiempos que corren. Personalmente, creo que estamos lejos de ver el libro electrónico implantado de forma normalizada en las bibliotecas españolas, y lo encuentro normal, teniendo en cuenta el nivel de implantación que tiene en nuestro país. Además, como ya he comentado en algún otro sitio, hasta que las editoriales no se aclaren entre ellas y con los libreros y los distribuidores, creo que las bibliotecas no podremos entrar en el juego.
Y en eso estábamos cuando llegó la crisis. En realidad esto no sé si incluirlo en los "acontecimientos que han marcado las bibliotecas" o los "retos a los que deberían enfrentarse". Digamos que se encabalga, que es el presente más presente. La tijera también ha llegado a las bibliotecas, no se engañen... lo que pasa es que no salimos por la tele porque no le importamos a demasiadas personas, lo cual me hierve la sangre, porque siempre se oyen los defensores de la sanidad pública, y los defensores de la educación pública, pero ¿cuántos de ellos son usuarios habituales de la biblioteca pública? Creo que todo el mundo debería ser usuario/a activo/a de la biblioteca pública. Para mí es incívico no utilizar la biblioteca pública, y no te digo ya jactarse de ello. Pero me centro, que me voy por las ramas: recortes. Recortes de personal y recortes de todos los presupuestos habidos y por haber: para compra de libros, revistas, CDs, DVDs; para compra de material; y para actividades (menos clubes de lectura moderados por profesionales, menos horas del cuento a cargo de narradores cualificados, menos charlas y conferencias). ¿Resultado? Menor calidad y un retroceso espectacular en el camino que nos separaba de nuestro objetivo: ser un centro cultural, social, de formación, de información, y de ocio, básico para la comunidad.
... porque ahí sí que creo poder aportar algo a la conversación, y como sé que a Martín también le interesan las bibliotecas, seguro que estará interesado en mi respuesta a esas preguntas. Quizá sea el único, especialmente viendo la extensión de la entrada, pero como este es mi blog, puedo hacer en él lo que me apetezca :-D
[Nota: en las respuestas a las preguntas, aunque diga "bibliotecas", me estoy refiriendo principalmente a las "bibliotecas públicas", que es el sector que más conozco; hace tiempo que no soy usuaria de las bibliotecas universitarias, las bibliotecas escolares no existen en nuestro país, y al no haber estudiado biblioteconomía y documentación desconozco también el funcionamiento y la dinámica de otros centros, así que... cada uno a lo suyo].
Vayamos por la primera pregunta. ¿Qué acontecimientos han marcado la evolución de las bibliotecas públicas en estos últimos cinco años, y qué transformaciones han sufrido?
La web 2.0: en estos últimos cinco años, son múltiples las bibliotecas que han pasado de tener muy poca presencia en línea a subirse al carro de la web social. Primero fueron masivamente los blogs, y ahora Twitter y Facebook, añadiendo la creación de contenido en línea (guías de lectura en issuu, vídeos en youtube, etc...) y también algunos proyectos de creación propia como mapas interactivos con recorridos literarios y cosas así. De todos modos, aunque la presencia de bibliotecas en los servicios de web social se ha multiplicado, creo que pocas han asumido lo que la web 2.0 significa: escuchar y dialogar. Así que no es nada extraño encontrar a bibliotecas monologando solas en la web sin preocuparse de si hay alguien al otro lado, cuando deberían estar saliendo a buscar a los usuarios allá donde ellos se encuentran.
Más colaboración: es la otra cara, la interna, de la web 2.0. La eclosión de las herramientas gratuitas que permiten el trabajo colaborativo (Google Docs, sin ir más lejos) ha permitido a las bibliotecas una colaboración más estrecha y mucho más sencilla. Crear guías de lectura entre varias bibliotecas, compartir el excel de adquisiciones con otras bibliotecas de la misma población para no duplicar fondos de manera innecesaria, calendarios, herramientas, listados de webs recomendadas... hoy en día es mucho más fácil que las bibliotecas compartan su trabajo y así aporten su granito de arena para mejorar la eficacia y la eficiencia de la red de bibliotecas públicas evitando duplicar esfuerzos. Aun así, como en el punto anterior, estamos lejos de un ideal: nos faltan espacios de referencia liderados por instituciones capaces de aglutinar a la mayoría de los agentes implicados: en Barcelona lo ha intentado la Diputación, pero a mi modo de ver ha fallado estrepitosamente porque falta también la "cultura del compartir" en una gran parte del colectivo de trabajadores de las bibliotecas. A veces me sorprendo de lo poco que se usa ni siquiera la lista de distribución de todas las bibliotecas de la provincia de Barcelona que tenemos configurada en el Outlook.
La piratería: nos afecta como a todo el mundo. Mira que nosotros no "vendemos", ni siquiera "alquilamos", es decir... lo que ofrecemos, lo ofrecemos "gratis" (ojo a las comillas: que ya sé que lo pagamos entre todos - pero vamos, igual que TVE y que otras tantas cosas), pero ni así ha habido manera de frenar la caída en los préstamos de material audiovisual, especialmente CD musical y DVD. Estrepitosa, sobre todo la de la música. Es normal, no hay que echarse las manos a la cabeza, pero quizá sí que habría que replantear la compra de estos materiales para sacarles más partido y ofrecer de una vez un servicio de préstamo interbibliotecario potente que incluya material audiovisual. ¿Qué sentido tiene que 20 bibliotecas tengan el último disco de Julianna Barwick, si 18 de los 20 ejemplares van a estar siempre disponibles?
¿Y el libro electrónico?: supongo que muchos esperarán que lo incluya como uno de los acontecimientos que más nos han marcado en estos años, pero en realidad, creo que no ha sido así. En cualquier caso, cuando lo ha hecho ha sido claramente de forma negativa, porque en las pocas ocasiones en las que se ha dignado hacer acto de presencia nos ha hecho perder el oremus e invertir tiempo, esfuerzo y dinero de la manera menos apropiada posible: sin una planificación, sin una estrategia, y simplemente para salir en los periódicos. Algunas bibliotecas se lanzaron a comprar lectores de libros electrónicos, sin tener ni idea de cómo iban a conseguir los contenidos para "rellenarlos" ni del uso que se les iba a dar. Algunos lo solucionaron usándolos solo en algún club de lectura experimental, otros elaborando normativas de préstamo bastante marcianas... experiencias desde mi punto de vista totalmente fallidas. El tiempo que nos hemos pasado admirando el continente lo podríamos haber invertido en contenido, sobre todo teniendo en cuenta los tiempos que corren. Personalmente, creo que estamos lejos de ver el libro electrónico implantado de forma normalizada en las bibliotecas españolas, y lo encuentro normal, teniendo en cuenta el nivel de implantación que tiene en nuestro país. Además, como ya he comentado en algún otro sitio, hasta que las editoriales no se aclaren entre ellas y con los libreros y los distribuidores, creo que las bibliotecas no podremos entrar en el juego.
Y en eso estábamos cuando llegó la crisis. En realidad esto no sé si incluirlo en los "acontecimientos que han marcado las bibliotecas" o los "retos a los que deberían enfrentarse". Digamos que se encabalga, que es el presente más presente. La tijera también ha llegado a las bibliotecas, no se engañen... lo que pasa es que no salimos por la tele porque no le importamos a demasiadas personas, lo cual me hierve la sangre, porque siempre se oyen los defensores de la sanidad pública, y los defensores de la educación pública, pero ¿cuántos de ellos son usuarios habituales de la biblioteca pública? Creo que todo el mundo debería ser usuario/a activo/a de la biblioteca pública. Para mí es incívico no utilizar la biblioteca pública, y no te digo ya jactarse de ello. Pero me centro, que me voy por las ramas: recortes. Recortes de personal y recortes de todos los presupuestos habidos y por haber: para compra de libros, revistas, CDs, DVDs; para compra de material; y para actividades (menos clubes de lectura moderados por profesionales, menos horas del cuento a cargo de narradores cualificados, menos charlas y conferencias). ¿Resultado? Menor calidad y un retroceso espectacular en el camino que nos separaba de nuestro objetivo: ser un centro cultural, social, de formación, de información, y de ocio, básico para la comunidad.
¿Y a qué retos nos vamos a tener que enfrentar las bibliotecas en el futuro?
Superar la crisis: debería ser lo primero en la lista de tareas. De hecho, lo primero es sobrevivir, y después, una vez haya pasado el ciclón, habrá que evaluar los daños y ver si podemos recuperar lo que habíamos perdido. No será fácil (hay algunos recortes que realmente ponen los pelos de punta y nos sitúan a años de lo que habíamos sido un día, y no digamos ya de lo que las bibliotecas son en otros países - siempre hemos ido a la cola, como en tantas otras cosas). Las bibliotecas hemos conseguido la posición que tenemos porque disponíamos de dinero para comprar las últimas novedades casi al mismo tiempo que salían a la venta en librerías, porque organizábamos actividades gratuitas para los niños y talleres de informática para los mayores, porque eran sitios agradables en los que poder estar sin tener que pagar... Ahora nos quedamos sin dinero para comprar novedades (o compraremos muchas menos) y los recortes de personal (o aunque no recorten: basta con que no cubran las bajas ni sustituyan las jubilaciones y se deshagan del personal no fijo) nos impedirán ofrecer todas las actividades que ofrecíasmos hasta ahora. ¿Seguirán siendo sitios agradables para estar? Pues depende... A nosotros nos ha llevado años que se dieran cuenta de que había que limpiar la tapicería de los sillones, que estaba que daba asquito sentarse en ellos, y no había crisis, así que ahora...
La generación digital: es cuestión de tiempo que la generación digital sea una mayoría en la sociedad. Una generación acostumbrada a que todo lo que necesita está en Internet y que Google tiene todas las respuestas. Pero, ¿es eso cierto? ¿Seguirán las bibliotecas siendo útiles? Por supuesto, yo creo que seguiremos siendo útiles, especialmente...
- ... ayudando a encontrar información, como veníamos haciendo hasta ahora.
- ... seleccionando la información relevante y descartando la que no lo es.
- ... ofreciendo herramientas para orientar a los usuarios en la sociedad digital, especialmente aquellos es riesgo de exclusión.
Pero la utilidad de la biblioteca depende de dos factores. Por un lado, que la propia sociedad crea en ella y se dirija a la biblioteca para resolver sus necesidades; y por otro, que la biblioteca esté ahí (y "ahí" quiere decir cada vez más lugares, lugares físicos y también virtuales: twitter, facebook, foros, chats...), escuchando para poder intervenir cuando se la necesita. Y esto me sirve para enlazar con el siguiente punto vital en los próximos años...
El marketing de nuestros servicios: siempre se nos ha dado fatal vender lo que hacemos, el potencial de nuestros servicios, todo lo que podemos ofrecer. Es increíble, pero hay muchísima gente que NO SABE lo que puede conseguir en una biblioteca. Gente que...
- ... se sorprende de la cantidad de DVDs que hay en las bibliotecas.
- ... no sabe que se puede llevar 30 documentos a casa en préstamo durante 30 días.
- ... no sabe que el préstamo interbibliotecario (traer un documento de otra biblioteca) es posible y, en muchos casos gratuito (que las bibliotecas de la ciudad de Barcelona lo hayan implementado - aunque solo para libros - de tapadillo, sin hacer ningún tipo de publicidad, me parece fatal).
- ... no sabe que disponemos de wifi y PCs de uso público (también gratuitos, por supuesto).
- ... no sabe que muchos libros están disponibles en las bibliotecas casi al mismo tiempo que en las librerías (y en ocasiones, sin el casi: los primeros ejemplares que se vendieron del último libro de Ruiz Zafón en muchas librerías los compraron bibliotecari@s).
Durante años hemos tenido un servicio de impresión de diarios de todo el mundo que ahora ha caído con la crisis y por el poco uso que se le daba, pero... ¿si no llevamos esa información a los usuarios que podrían estar interesados en recibirla - en este caso claramente el colectivo inmigrante -, cómo van a demandar el servicio? Tenemos que ponernos las pilas con el marketing para que la sociedad, y especialmente la generación digital, sepa qué podemos ofrecer. Siempre nos hemos jactado de ser proactivos, pero creo que en este aspecto nunca lo hemos acabado de conseguir.
Gestión del personal: como buena administración pública que somos, se damos pena gestionando el potencial del personal que tenemos a nuestra disposición, y creo que debería ser una prioridad encontrar la fórmula para sacarle más partido. Nos creemos que una biblioteca debe ser necesariamente una democracia (¡salvando las jerarquías, por supuesto, eso no lo perdamos nunca de vista!), pero desde mi punto de vista, creer que todos somos iguales es una equivocación flagrante que lo único que consigue es matar la creatividad, la motivación y las ganas de innovar de aquellos que la tienen, que no son todos. En una biblioteca el personal debería adecuarse a determinados perfiles (trabajador social, informático, community manager, documentalista, educador...) y también la contratación de nuevas personas debería hacerse de acuerdo a un determinado perfil. El colectivo bibliotecario tiene mucho miedo del intrusismo laboral, pero es que creo que para trabajar en una biblioteca pública, muchas veces lo último que se necesita es haber estudiado biblioteconomía y documentación... Creo que de los cuatro "retos" que propongo es el más difícil, precisamente porque la gestión del "personal público" no depende únicamente de las bibliotecas, sino en su mayoría de entes locales (ayuntamientos, diputaciones...), pero creo que deben empezar a buscarse fórmulas YA para hacer que la biblioteca se parezca más a una empresa que a un departamento burocrático de una administración pública, al menos en lo que a organización interna se refiere.
Cuatro apuntes del pasado reciente y cuatro retos para un futuro inmediato.
Me dejo muchas cosas en el tintero - lo mucho que ha significado, por ejemplo, dejar atrás el antiguo programa de gestión que utilizábamos, VTLS, y adoptar el nuevo Millennium; o lo importante que va a ser en el futuro más próximo que la biblioteca esté ahí, físicamente, para las personas en riesgo de exclusión (social, económica, tecnológica...) -, y probablemente otros pensarán que las prioridades deben estar en otra parte (el tema de los libros electrónicos seguramente resulte básico para muchos; yo no lo veo así). No deja de ser una opinión muy personal de alguien que, como dije al principio, no ha estudiado biblioteconomía, pero sí que intenta mantenerse informada y tener una opinión y una visión sobre quienes somos y hacia vamos.
Espero, Martín (esta entrada va por ti: ¡no sé si habra alguien más que haya tenido la paciencia de llegar hasta aquí abajo!), que estas reflexiones te hayan resultado interesantes, y que "aguantemos" cinco años más para volver a encontrarnos en 2017 y poder revisar nuestras previsiones y ver qué sorpresas nos ha deparado la historia :-)
- ... ayudando a encontrar información, como veníamos haciendo hasta ahora.
- ... seleccionando la información relevante y descartando la que no lo es.
- ... ofreciendo herramientas para orientar a los usuarios en la sociedad digital, especialmente aquellos es riesgo de exclusión.
Pero la utilidad de la biblioteca depende de dos factores. Por un lado, que la propia sociedad crea en ella y se dirija a la biblioteca para resolver sus necesidades; y por otro, que la biblioteca esté ahí (y "ahí" quiere decir cada vez más lugares, lugares físicos y también virtuales: twitter, facebook, foros, chats...), escuchando para poder intervenir cuando se la necesita. Y esto me sirve para enlazar con el siguiente punto vital en los próximos años...
El marketing de nuestros servicios: siempre se nos ha dado fatal vender lo que hacemos, el potencial de nuestros servicios, todo lo que podemos ofrecer. Es increíble, pero hay muchísima gente que NO SABE lo que puede conseguir en una biblioteca. Gente que...
- ... se sorprende de la cantidad de DVDs que hay en las bibliotecas.
- ... no sabe que se puede llevar 30 documentos a casa en préstamo durante 30 días.
- ... no sabe que el préstamo interbibliotecario (traer un documento de otra biblioteca) es posible y, en muchos casos gratuito (que las bibliotecas de la ciudad de Barcelona lo hayan implementado - aunque solo para libros - de tapadillo, sin hacer ningún tipo de publicidad, me parece fatal).
- ... no sabe que disponemos de wifi y PCs de uso público (también gratuitos, por supuesto).
- ... no sabe que muchos libros están disponibles en las bibliotecas casi al mismo tiempo que en las librerías (y en ocasiones, sin el casi: los primeros ejemplares que se vendieron del último libro de Ruiz Zafón en muchas librerías los compraron bibliotecari@s).
Durante años hemos tenido un servicio de impresión de diarios de todo el mundo que ahora ha caído con la crisis y por el poco uso que se le daba, pero... ¿si no llevamos esa información a los usuarios que podrían estar interesados en recibirla - en este caso claramente el colectivo inmigrante -, cómo van a demandar el servicio? Tenemos que ponernos las pilas con el marketing para que la sociedad, y especialmente la generación digital, sepa qué podemos ofrecer. Siempre nos hemos jactado de ser proactivos, pero creo que en este aspecto nunca lo hemos acabado de conseguir.
Gestión del personal: como buena administración pública que somos, se damos pena gestionando el potencial del personal que tenemos a nuestra disposición, y creo que debería ser una prioridad encontrar la fórmula para sacarle más partido. Nos creemos que una biblioteca debe ser necesariamente una democracia (¡salvando las jerarquías, por supuesto, eso no lo perdamos nunca de vista!), pero desde mi punto de vista, creer que todos somos iguales es una equivocación flagrante que lo único que consigue es matar la creatividad, la motivación y las ganas de innovar de aquellos que la tienen, que no son todos. En una biblioteca el personal debería adecuarse a determinados perfiles (trabajador social, informático, community manager, documentalista, educador...) y también la contratación de nuevas personas debería hacerse de acuerdo a un determinado perfil. El colectivo bibliotecario tiene mucho miedo del intrusismo laboral, pero es que creo que para trabajar en una biblioteca pública, muchas veces lo último que se necesita es haber estudiado biblioteconomía y documentación... Creo que de los cuatro "retos" que propongo es el más difícil, precisamente porque la gestión del "personal público" no depende únicamente de las bibliotecas, sino en su mayoría de entes locales (ayuntamientos, diputaciones...), pero creo que deben empezar a buscarse fórmulas YA para hacer que la biblioteca se parezca más a una empresa que a un departamento burocrático de una administración pública, al menos en lo que a organización interna se refiere.
Cuatro apuntes del pasado reciente y cuatro retos para un futuro inmediato.
Me dejo muchas cosas en el tintero - lo mucho que ha significado, por ejemplo, dejar atrás el antiguo programa de gestión que utilizábamos, VTLS, y adoptar el nuevo Millennium; o lo importante que va a ser en el futuro más próximo que la biblioteca esté ahí, físicamente, para las personas en riesgo de exclusión (social, económica, tecnológica...) -, y probablemente otros pensarán que las prioridades deben estar en otra parte (el tema de los libros electrónicos seguramente resulte básico para muchos; yo no lo veo así). No deja de ser una opinión muy personal de alguien que, como dije al principio, no ha estudiado biblioteconomía, pero sí que intenta mantenerse informada y tener una opinión y una visión sobre quienes somos y hacia vamos.
Espero, Martín (esta entrada va por ti: ¡no sé si habra alguien más que haya tenido la paciencia de llegar hasta aquí abajo!), que estas reflexiones te hayan resultado interesantes, y que "aguantemos" cinco años más para volver a encontrarnos en 2017 y poder revisar nuestras previsiones y ver qué sorpresas nos ha deparado la historia :-)
14 comentarios:
Ola Sfer, gracias por estas reflexiones, son muy interesantes y estoy seguro de que no solo Martín llegó hasta abajo;-) , yo creo que somos muchos los que leemos estas reflexiones y llegamos hasta abajo. Estoy de acuerdo con lo que escribes, yo trabajo en una biblioteca "de pueblo", el problema lo veo de como dar el paso para cambiar, parto de poco presupuesto y algo de apalancamiento, es decir, dejarse llevar,seguir la rutina establecida; pero tus reflexiones ponen un grano de arena para sacar algo de ese apalancamiento.
Saludos
Quizá haya hecho mal en generalizar a todas las bibliotecas públicas, porque está claro que no todas son iguales. Como bien dices, es muy probable que mi visión fuera un tanto diferente si trabajara en una pequeña biblioteca de pueblo, o incluso en un bibliobús, en lugar de en una biblioteca central urbana de la periferia de una gran ciudad como es Barcelona. Cada biblioteca debe mirar a su entorno y preguntarse: ¿qué va a pasar en los próximos cinco años? ¿y qué podemos hacer nosotros para no quedarnos atrás, para seguir siendo importantes en la comunidad, o para serlo más si creemos que todavía no lo somos lo suficiente?
El presupuesto será un problema cuando necesites invertir en tecnología o en ampliar o renovar el fondo de la biblioteca o el mobiliario, o por supuesto si necesitas un apoyo extra en cuestión de personal, pero piensa también en la cantidad de cosas que se pueden hacer solo con algo que no cuesta un duro: motivación. En las pequeñas bibliotecas que trabajan con poco personal (entre 1 y 3 personas) es difícil sacar tiempo de la rutina para poder planificar nuevos servicios, ampliar los ya existentes o mejorarlos, pero... ¿seguro que no podemos destinar una tarde a la semana, o incluso unas horas al día, para poner en marcha nuevas ideas, nuevos proyectos, siempre teniendo en cuenta lo que la población a la que atendemos necesita? Una población pequeña también tiene sus ventajas... Seguro que todo el mundo sabe de la existencia de la biblioteca. ¿Tiene todo el mundo el carnet? ¿Los que no la utilizan, por qué no lo hacen? Averiguarlo será mucho más sencillo, y a partir de ahí ofrecer, proponer, innovar, reforzar o lo que sea necesario. Todo es cuestión de ganas. De tiempo, también, pero el tiempo puede se puede sacar de debajo de las piedras (te lo dice una experta).
Sigamos :-)
Sfer, ¿conoces el programa Territorio Ebook, de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez? http://www.territorioebook.com Centrado en cómo vive y experimenta el lector la lectura social, la dinamización de la lectura compartida y los formatos electrónicos... Asentado en tres pilares: Biblioteca, Escuela y Universidad.
Saludos y gracias por tus reflexiones!
María Antonia Moreno @morenomulas
Sé que mi postura sobre el libro electrónico sorprenderá a más de uno y más de dos, y que más de tres estarán totalmente en desacuerdo conmigo, pero es lo que creo. Conozco territorio e-book y sé que la FGSR está haciendo una gran labor por fomentar la implantación y el uso de los e-books, y muchas de sus iniciativas me parecen maravillosas (el Lectura Lab me parece un recurso valiosísimo e imprescindible para todo el que esté interesado en el tema) y seguro que en el futuro se recordarán como pioneras en su tiempo, pero no todas las bibliotecas somos la FGSR, ni creo que, hoy por hoy, el libro electrónico sea algo cuya implantación se deba fomentar a toda costa. Está bien que algunas "early adopters" lo hagan, pero para la inmensa mayoría, como decía en la entrada, el libro electrónico no entrará en juego hasta que no sea una realidad en otros ámbitos (editoriales, librerías, distribución, etc.)
Gracias María Antonia por tu comentario :-)
Ostras Sfer, como no llegar hasta el final con un texto tan sincero y sentido.
Para mi las bibliotecas han significado mucho, hace años me brindaron el acceso a los libros porque en caso no habian muchos, Desde las tareas escolares consultando enciclopedias hasta mi descubrimiento de la literatura en préstamo.
Sin embargo, sin ser ningún experto veo un mal panorama, competir con la pirateria, sobre todo en este pais no es fácil. Pero podeis ofrecer algo que no tiene precio, acercamiento a los lectores, actividades múltiples, en definitiva acercar la cultura a la gente, y como bien dices no hace falta aumentar presupuestos (aunque si eso ocurre mejor que mejor) pero SÍ aumentar la motivación. En mi pueblo hay una biblioteca pequeña que organiza clubes de lectura, talleres varios, que hacenser un auténtico servicio público. Estoy convencido que de esta manera las bibliotecas no desaparecerán, mientras aun seamos ciudadanos y no borregos asustados por las amenazas del mercado.
juan
Creo que la biblioteca puede ser una muy muy buena alternativa para aquellos que no quieran ser piratas. Personalmente...
- gracias a la biblioteca he visto the wire de cabo a rabo.
- gracias a la biblioteca he descubierto bored to death.
- gracias a la biblioteca, cómic que me apetece leer, cómic que encuentro disponible para llevar en préstamo.
- gracias a la biblioteca, hace meses (si no años...) que no tengo que descargarme ni un solo disco.
Veo que estamos de acuerdo, Juan: todo buen ciudadano debería tener como obligación, como mínimo, tener el carnet de la biblioteca de su población.
Gracias por tu comentario :-)
Se puede estar de acuerdo con lo que dices o no, pero hablas desde la experiencia y sabes de lo que hablas; tristemente no es lo habitual.
Quisiera comentar los retos del futuro, tal como lo veo yo, también desde el mostrador de una biblioteca:
Superar la crisis: has dicho la palabra clave: evaluar. Esencial, pero no sólo para evaluar los daños; si hay recortes, que los hay y habrá inevitablemente, establecer prioridades argumentadas y definidas, trabajar realmente en "Xarxa", dedicarse a pensar qué hacemos mal, qué podemos hacer mejor y cómo podemos optimizar los pocos recursos de los que disponemos. El "pararse a pensar" de toda la vida, vamos. Que se compran a veces algunas cosas...
La generación digital: No una: ¡varias! Y a todas les podemos dar servicio. Y no sólo tenemos que estar allí: hemos de estar de una manera profesional, estableciendo diálogos de "taulell", pero con ideas, evitando los blogs, twitters,webs o facebooks escaparate, con el único proyecto de hacer lo que está de moda y presentarlo de la forma más impactante posible. Que todo esto está muy bien, "prioridades estratégicas" le llaman, pero cuidemos también el contenido, que tenemos todas las herramientas a mano para hacerlo.
El marketing: ¡el gran olvidado! Si no nos conocen es que los métodos tradicionales no funcionan y la infrautilización de servicios también presupone un error de gestión de esos servicios: ¿o es que no se ha pensado cómo dar a conocerlos cuando se han proyectado?
Gestión de personal: tengo bastantes esperanzas en la carrera profesional, creo que puede ayudar a definir perfiles, pero a ver si se instaura y cómo se hace.
Uff, tu ataque de sinceridad es realmente contagioso! XD
Hola Sfer,
Me ha parecido muy interesante tu post y también he llegado hasta el final. Personalmente me gustaría añadir un pequeño detalle a los retos de futuro de las bibliotecas: crear espacios verdaderamente dedicados a la lectura en la primera infancia (desde los 0 años). Y no me refiero a actividades y cuentacuentos que puedan afectar al presupuesto sino a aprovechar sencillamente los recursos de los que ya dispone la biblioteca: los libros.
Creo que el futuro de las bibliotecas depende en gran parte de esos bebés que pueden o no convertirse en usuarios. Y para convertirse en usuarios deberán familiarizarse y sentirse cómodos con ese espacio que les ayudó a convertirse en lectores. Porque al fin y al cabo entiendo que ese es el objetivo último de las bibliotecas: formar lectores. Si hacemos que un niño crezca con la biblioteca como un entorno natural para él, igual que lo es el parque por ejemplo, no renunciará a seguir visitándola. Sabrá todo lo que puede ofrecerle y lo tomará con los brazos abiertos. Y creo que esto pasa también por un cambio de actitud por parte de la dirección y el personal de las bibliotecas: hay que crear espacios y momentos para esos pequeños lectores y una actitud sensible hacia ellos y su particular forma de leer. Y es que los bebés puede que hagan más ruido que otro usuario pero seguramente son los que más uso hacen de los materiales que hay disponibles para ellos y los más lectores.
Un abrazo grande y felicidades por el blog.
Laura
Bravo!!! el faig circular!
Laura, muchísimas gracias por tu comentario. Ya decía en la entrada que me dejaba muchas cosas en el tintero, y probablemente el tema del fomento de la lectura en los más pequeños sea una de ellas. De todos modos, estarás de acuerdo conmigo en que es un tema que no atañe directa y únicamente a las bibliotecas públicas. En el tema de la infancia y la lectura, hay dos ejes que son, creo, más básicos para el fomento de la lectura que las bibliotecas, y son la escuela y la familia. Sé que conoces el proyecto "Nascuts per llegir", que a mi modo de ver es el camino a seguir, porque pretende entrar en contacto con TODAS las familias (para ello se llega a ellas desde l@s pediatras). Es un primer acercamiento que es muy difícil de dar desde la biblioteca, especialmente las bibliotecas de grandes centros de población. Por otra parte, el contacto con las bibliotecas puede ser muy intenso y fructífero, pero también puede ser nulo (depende, de nuevo, de las familias...), pero a través de la escolarización (cada vez más extendida en la franja 3-6 y obligatoria a partir de ese momento) se puede llegar a TODOS los niños y niñas. Con lo cual, sí, es importante que las bibliotecas no olvidemos nuestro papel en el fomento de la lectura (papel por otro lado básico y fundamental), pero también es importante que no queramos que la biblioteca lo haga todo...
Es un tema que merecería casi otra entrada, porque en esta ya no me he querido meter en el tema de las bibliotecas escolares, y además creo que hay otras personas mucho mejor informadas que yo y cuya opinión respecto al tema de la infancia y la promoción de la lectura creo que es mucho más valiosa que la mía.
I si li passo la pilota a la Berta Bocado aviam si s'anima?
Sfer, ya entiendo que no podías abarcarlo todo... ¡Faltaría más!
Conozco el nascuts y estoy totalmente de acuerdo en que no se trata de que la biblioteca lo haga todo, faltaría más. Nada que decir a la implicación más que necesaria de la familia (en eso estoy yo, por ejemplo) y de la escuela (muchos otros luchan ahí y me parece tal vez el lugar desde el que más cosas pueden hacerse y en el que yo desde mi modesta situación de madre de familia intento también contribuir).
Sin embargo, sí que me parece que a veces las instituciones públicas (y tanto la escuela pública como las bibliotecas públicas lo son) caen en un pozo sin fondo de trabas burocráticas terribles. Así, si bien me parece que el Nascuts es un magnífico programa y comulgo con todos y cada uno de sus principios, vivo frustrada ante la realidad de que de tan ambicioso que es (quiere llegar como tú dices a TODOS los niños y niñas) resulta a veces sencillamente imposible de aplicar.
Por lo tanto, y vista la crisis que nos cerca a todos ahora mismo, hago una llamada a la sencillez. Desd el desconocimiento de alguien que nunca ha trabajado en una biblioteca pero que le gustaría ser una entusiasta usuaria, pienso que tal vez hay que abogar por soluciones fáciles, baratas y prácticas. Y se me ocurre, en el caso de la primera infancia, que podría ser simplemente no estar pidiendo en todo momento silencio a los bebés que están con sus padres en la sala manifestando emociones ante los libros que miran atentamente (tic que me ha quitado las ganas de ir a la biblioteca con mis mellizas), marcando un horario específico para madres con sus bebés (en horas distintas a las habituales de los demás usuarios) o facilitando la coordinación de grupos de lectura dirigidos por voluntarios que no afecten al presupuesto.
Como te digo hablo desde mi experiencia y con total respeto por vuestro trabajo. Es sencillamente un apunte de por dónde creo yo que podrían avanzar las cosas respecto a este tema.
Un abrazo,
Laura
Vergonzosas son, Laura, las prácticas que comentas, aunque no dudo para nada de su veracidad... Lamentablemente hay muchas personas trabajando en bibliotecas que deberían estar en otro lugar, pues ni comparten la visión de lo que debería ser la biblioteca pública, ni trabajan por conseguir sus objetivos. Desde el grupo de trabajo de bibliotecas infantiles intentamos erradicar prácticas como las que comentas, y fomentar y promover la biblioteca para todos, y especialmente para los más pequeños, pero claro... quien no quiere escuchar, no escucha, y en sus trece sigue. Te animo a que, como usuaria, cuando te encuentres con prácticas de ese talante, las denuncies. Las bibliotecas disponen de hojas de reclamación y sugerencias que puedes rellenar para hacer llegar el problema que hayas tenido a la persona responsable de la biblioteca o de la sección infantil.
Precisamente a problemas de este estilo me refería en el apartado de la gestión del personal.
Ánimo y de nuevo gracias por tomarte el tiempo de enriquecer esta conversación :-)
Fantástica reflexión. Coincido plenamente en prácticamente todo. El tema de los e-books lo has clavado al 100%.
En el caso de la gestión de personal no hace falta ahondar mucho para ver que algo ha de cambiar. No es muy normal que haya personal que no sirve de ninguna de las maneras para trabajar de cara al público por muy diversas razones y que nunca va a servir, por mucho curso que haga.
Gracias Sfer por tus palabras y perdón si he simplificado hablando de mi propia experiencia. Y bueno ya me hago pesada ya en mi biblioteca... ;P Todo sea por los críos y la lectura. ¡Un abrazo!
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