1
La mesa donde escribo
es también
la mesa donde pelo una naranja
es también
la mesa donde pongo tu retrato
es también
la mesa donde riego mi maceta
es también
la mesa donde leo y a la vez
en mi taza deslío azucarillos
es también
la mesa donde escribo.
2
La mesa donde escribo
camina a cuatro patas,
se tambalea al ritmo de la música,
crece en medio de un bosque,
navega a la deriva por el mar.
3
La mesa donde escribo
está llena
de todo lo que tengo,
de todo lo que quiero,
de todo lo que sueño.
A veces, rebuscando,
encuentro una palabra
y salta entre mis dedos,
como una rana entre los juncos
de un manantial secreto.
***
Uno de los poemas de Juan Carlos Martín Ramos en La alfombra mágica (ed. Anaya).
Este, y alguno más, además de algunas de las magníficas ilustraciones de Cristina Müller que acompañan el volumen, en esta entrada del blog de Anaya.
28 junio 2011
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5 comentarios:
Muy bonito el poema, tengo que conseguir una mesa así ;-)
Saludos
buen poema, sí señor
Fuí a Ikea y les pedí una mesa así, pero me dijeron que no tenían ;-(
Más saludos
Anxo
El secreto está en tener una sola mesa en todo el piso. Verás como así se convierte en la mesa donde escribes, donde comes, donde lees, donde coses, donde riegas tus macetas... La mía no es del todo así, pero le falta muuuuuuy poquito (la salva la mesa auxiliar de la cocina; si no, también sería la mesa donde preparo los bocadillos :-)
És molt bonic!
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