03 enero 2017

Los 12 libros de Murdock

Algún día deberíamos (ella o yo) intentar explicar qué es esto nuestro que nos traemos entre manos.
Pero ese día no es hoy.

Hoy os vengo a explicar que en la relación que mantengo con Jean Murdock (autora de Los poetas que no fueron, La agenda del estudiante, el blog Cómetelafresa, las huellas en la Línea amarilla, ¿De dónde vienen las cosas? en la Revista Rosita, y mucho mucho más) siempre hay un trasiego de recomendaciones literarias arriba y abajo. Hasta aquí, y conociéndonos un poco a ambas, nada nuevo. Al grano, Librosfera.

Como de cada diez libros que alguien me recomienda puedo leer uno (siendo optimistas), suelo tener listas de libros pendientes por todas partes, sobre todo en libretas de papel, aunque también en un par de sitios online. De vez en cuando echo mano de esas listas, aunque también suelo dejarme tentar por cosas que pasan por mis manos en la biblioteca y de las que he oído hablar, o que por lo que sea me llaman la atención.

En definitiva: hay demasiados libros y demasiado poco tiempo.
Y si eres de gustos misceláneos, como yo, las posibilidades son infinitas.

Pero Murdock... Murdock es insistente. Y hay una serie de libros que aparecen una y otra vez entre sus referentes y recomendaciones. Y pensé, se me ocurrió, el Plan de Lectura Murdock (PLM) para 2016.

El PLM2016 ha consistido en leer uno de los libros más frecuentemente recomendados por Murdock cada mes durante todo el año. Un total de 12 libros. Y ahora que 2016 ya se ha acabado, puedo decir que he completado el PLM con éxito, y he pensado en compartir por aquí esa lista de títulos, por si alguien querría animarse con un PLM2017.

Por orden cronológico (aunque el orden no tiene que ser necesariamente este):

Enero: Caída y auge de Reginald Perrin, de David Nobbs.
(una comedia muy británica y muy entrañable. y el orden de los factores, en el título, sí altera el producto)

Febrero: 1280 almas, de Jim Thompson.
(un western del que querréis hablar con alguien al terminarlo)

Marzo: El corazón es un cazador solitario, de Carson McCullers.
(no lo leí en el momento adecuado, o quizás fue el leerlo en inglés... creo que Murdock no me ha perdonado todavía la falta de emoción con esta lectura)

Abril: El viento en los sauces, de Kenneth Grahame.
(¡menos mal que este no pudo gustarme más! no creo que nuestra amistad hubiera tolerado otro desencuentro)

Mayo: Historias del señor Keuner, de Bertolt Brecht.
(breve pero intenso. para disfrutar a sorbitos)

Junio: Winesburg, Ohio, de Sherwood Anderson.
(puedo ver el hilo que lo une al libro de McCullers, pero este lo disfruté más)

Julio: La sonrisa del flamenco, de Stephen Jay Gould.
(ensayo científico. si no hubiera sido por ella, no creo que hubiera leído nunca sobre evolución. ¡muy ameno!)

Agosto: Algo elemental, de Eliot Weinberger.
(no sé explicarles qué hace Weinberger. la mezcla de poesía y conocimiento de este ensayo es maravillosa)

Septiembre: El arpa de hierba, de Truman Capote.
(¡subámonos a los árboles!)

Octubre: Siempre hemos vivido en el castillo, de Shirley Jackson.
(maravillosa novela, maravillosos personajes. pensaba que Murdock se estaba pasando con Jackson, pero no)

Noviembre: El hospital de ranas, de Lorrie Moore.
(hum... este también ha sido un poco desinflante. para la historia que tiene que contar, no me parece que lo haga de modo especialmente destacable. no me ha llegado)

Diciembre: Los seres queridos, de Evelyn Waugh.
(sin quererlo, el año ha sido capicúa, y la última lectura vuelve a ser un autor británico riéndose de la muerte)

Ahí están, por si gustan.
Alguno de estos libros va a estar entre mis favoritos del año.
Pero esa es otra lista, que deberá ser contada en otra ocasión (próximamente...).

4 comentarios:

arponauta dijo...

me los apunto para no leerlos, seguramente, porque soy rebelde con las recomendaciones, ya ves tú, aunque al menos tres de la lista ya los leí hace mucho. gracias, Silvia, gracias, Murdock :-)

sfer dijo...

es lo que hago yo con la mayoría de los libros: apuntarlos para no leerlos. cuanto antes lo tengamos asumido, mejor.

de nada, arpo! un beso :-)

César dijo...

¿No te entusiasmó Evelyn Waugh? Creo que he leído todas sus novela (salvo la más conocida, Retorno a Brideshead), y lo único que lamento es que no escribiera más. Si no te volvió loca Los seres queridos, prueba con Decadencia y caída, o Un puñado de polvo, o Más banderas, o Scoop, o Merienda de negros... Ese hombre no escribía con tinta, sino con ácido.

sfer dijo...

César!
No lo calificaría de entusiasmo... pero tomo nota para volver a intentarlo de nuevo con alguno de los que me sugieres.
Cada vez estoy más convencida de que el momento en el que lees algo afecta mucho a la percepción que tenemos de lo que hemos leído.
Gracias por las sugerencias :-)