
(El fragmento es de Los bebedores de tinta, de Éric Sanvoisin. La foto, de I love cheese.)
[Y Romero Librero, aquí]
"... un llibre s'obre
per unes silencioses frontisses,
i un lloc que mai abans havies vist
et dóna la benvinguda a casa teva.
Imagina't que aquest dia... és avui."
["...un libro se abre
por unas silenciosas bisagras,
y un lugar que nunca antes habías visto
te da la bienvenida a tu casa.
Imagina que ese día... es hoy."]
(Ilustración y texto del álbum Imagina't un dia.
Ilustraciones de Rob Gonsalves. Texto de Sarah L. Thomson).
La próxima vez que saquéis un libro en préstamo de la biblioteca, al ir a devolverlo pensad en dejar algo para los bibliotecarios curiosos. Estas "troballes" verdaderamente nos alegran el día :-)
Se imaginan un pueblo donde las referencias y los mapas dependieran de sus librerías, donde cada casa fuese una literatura y los libros tuviesen categoría de ciudadanos? Ese lugar existe. Y, como las palabras mágicas de las leyendas, es casi impronunciable: Hay-on-Wye, jéionuai para entendernos.
Más parecido a una fantasía de Borges que a un lugar real, el plano de Hay es un árbol cuyas ramas rebosan libros. Considerando que no llega a los 2.000 habitantes y supera las 30 librerías, no es aventurado suponer que se trata del pueblo con más libros por habitante del mundo. Situado en el límite entre Gales e Inglaterra, todo Hay es una frontera: un cruce entre el pasado y el futuro, entre la biblioteca y el paisaje, entre el turismo y la metáfora.
El castillo de Hay-on-Wye (fuente)
PS: Gracias a J. por acordarse de mí al leer el artículo y hacérmelo llegar a través de mi padre. No sé si has tenido algo que ver, pero si es así, ¡gracias por enviarnos un poco de fresquito pirenaico a la achicharrante Barcelona!
La literatura, la poesía, la palabra,
es todo lo que tenemos para sobrevivir