26 abril 2016

Del comprar y el leer

Chesterton, a quien vine a conocer mucho después, decía que una de las gracias de hacerse viejo es descubrir que el resto siempre tuvo la razón, y creo que ésta no es la excepción. No sólo porque ya me he descubierto mil veces diciendo que compré la última novela del escritor de turno, pero que aún no la leo, sino porque recién ahora caigo en cuenta de que el bloqueo del lector no bloquea nada sencillamente porque los libros no son sólo para leerlos. A fin de cuentas, cuando se compra un libro se paga por una promesa o una ilusión como cualquier otra —que se cumplirá quién sabe cuándo, que es cuando se cumplen las promesas— y la de los libros es siempre la misma: que ya tendremos tiempo, que tarde o temprano los problemas desaparecerán por arte de magia y nos despertaremos en una hamaca todavía jóvenes, hermosos, bronceados, con la vida por delante y una novela entre las manos. Al final, me digo, compramos libros sólo para desafiar a la física y confirmar que mientras más alta sea la pila que hay en casa, más tiempo tendremos para leer.

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Así termina un artículo de Gonzalo Maier que cacé el otro día en Twitter.
Léanlo entero cuando tengan un huequito. Vale la pena. Sobre todo después de la vorágine de Sant Jordi.

(A mí me ha dado ganas de leer más cosas de Maier. Esto, por ejemplo...)

17 abril 2016

Rosita

El 5 de mayo nace Rosita, revista online literaria bilingüe y caducifolia... pues nace con la cuenta atrás de los 500 días de duración que tendrá. Cada día contará con varias pildoritas breves y alguna un poco más extensa, con una plantilla de colaboradores que sigue creciendo, pero que ya cuenta seguro con Piu a los mandos de una sección infantil que promete darnos serios Stendhals cada viernes.

Yo, en cambio, estaré en Rosita los domingos hablando de bibliotecas en una sección titulada "Desde la caja de libros". Anécdotas, reflexiones, diálogos, quejas, risas... conociéndome, el hilo conductor será la biblioteca, pero habrá un poco de todo. Miscelánea como yo misma.

Se aceptan temas, peticiones, preguntas, sugerencias... ¡y lectores!
Pasaré por aquí a dejar el enlace cuando la web se pueda visitar.
Viva la vie en Rosita!



15 abril 2016

Paseando con libros falsos

[AVISO: Un post muy muy muy políticamente incorrecto, pero con el que me reí un buen rato...]



Los títulos de los libros que aparecen en el vídeo (por orden), traducidos al castellano.

Si lo hubiera hecho: cómo hubiera llevado a cabo el 9/11.
Cómo aguantarse un pedo: las nuevas reglas para triunfar laboralmente.
101 trucos para alargarte el pene que puedes hacer en casa, en la oficina o por la calle.
Putear a tu bebé: siete leyes naturales para madres.*
Definitivamente esto no es porno - Así que, ¿qué estás mirando? - Ocúpate de tus asuntos.
Este libro lleva una cámara y Google te está haciendo una foto con ella.
Taxidermia humana: una guía para principiantes.
Cómo ligarte a una chica asiática en la línea L del metro.
Trump: el arte de tirarte a tu hija.
Perdida 2: más perdida todavía.
(Frase promocional: "Sip. Esta vez se ha perdido del todo" - Salman Rushdie).
1000 sitios para visitar antes de que ISIS te ejecute.
Que no te pillen por asesinato: un libro para tontos.
(Contenidos: Aprende a: deshacerte rápidamente de un cadáver, manipular a un jurado de Texas, y aprender a deletrear "Beverly Hills" correctamente - Robert Durst)
[un guiño para los que han visto la serie documental de la HBO "The Jinx"]
Mein Kampf para niños.
(Prólogo de Roald Dahl).
Comer culos es sencillo: siete leyes naturales para nuevos novios.
(Frase promocional: "No volveré a comer culos del mismo modo" - Joan Didion).

* "slut-shaming", en el original no es exactamente "putear", sino más bien calificar a una mujer de ser una puta, pero el título, siendo así de fieles, quedaba demasiado "ortopédico". Gracias a Jean Murdock por la asesoría lingüística :-)


09 abril 2016

Salsa di Pomodori

Se toman doce tomates maduros y se cortan longitudinalmente como si fuesen nuestro enemigo. Se encierran en un tarro con tapa y se calientan durante diez minutos.
Se pica una cebolla sin lágrimas.
Se corta una zanahoria a dados sin remordimientos.
Se desmenuza una rama de apio como si los canales y los surcos fuesen las hendiduras de nuestro pasado.
Se añade a los tomates y se cocinan sin tapar hasta que se rindan.
Se echa sal, pimienta y una pizca de azúcar.
Se pasa todo por un colador, un tamiz o una licuadora. No hay que olvidar quiénes son las verduras y quién es el cocinero.
Se retorna al fuego lento y se lubrica con aceite de olvida, éste se añade cucharada a cucharada, removiendo como una vieja bruja, hasta que se consiga la debida consistencia, de un espesor resbaladizo.
Se sirve sobre los espaguetis recién hervidos. Se cubre con parmesano fresco y troceado y albahaca picada. Los sentimientos crudos pueden añadirse ahora.
Se sirve. Se come. Se reflexiona.

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Fragmento de El Powerbook, de Jeanette Winterson.