La gente que no lee cómics está en la misma clase de gente que no mira la televisión o no escucha la radio. Para ser brutalmente sinceros, se trata de una forma de ignorancia o esnobismo intelectual. No todos los cómics ni toda la televisión ni toda la radio son malos.
Charles M. Schulz, visto en Quotes on Comics. Traducción casera.
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Cada mes, voy a recomendar a Berta Bocado la lectura de uno o dos cómics. Intentaré acompañar las recomendaciones con alguna frase o cita sobre por qué todo el mundo debería descubrir los cómics.
Berta será mi esclava lectora (le tomo prestado a Palimp el término), pero compartiré con todos ustedes los cómics que escoja para ella, por si alguien más siente curiosidad por el medio pero no sabe muy bien por dónde empezar, o qué cómics pueden gustar a alguien a quien le guste la literatura en general (como es mi caso y, intuyo, el de la mayoría de ustedes).
Para empezar, he seleccionado dos historias de amor oníricas e imposibles, pero muy diferentes la una de la otra. Jali, en El último gran viaje de Olivier Duveau, nos propone una historia que recuerda a Tim Burton, a cuentos infantiles y a Julio Verne. En cambio, Bastien Vivès con El gusto del cloro, es onírico en otro sentido, mucho más realista y mundano, pero no por eso menos poético. Del blanco y negro gótico de Jali al azul verdoso de la piscina de Vivès.Si se animan, vuelvan y dejen un comentario. Me gustaría saber qué les han parecido estas dos primeras lecturas.