A nosotros nos puede parecer que la literatura le importa a muy poca gente, pero no hay tiranía ni ideología avasalladora que no hagan enormes esfuerzos por controlar lo que se escribe, por imponer libros y prohibir libros y quemarlos, por cambiar el significado de las palabras más comunes.
No sólo las tiranías: los gurús de la publicidad, los políticos tramposos. La literatura, la poesía, hacen el mismo servicio público que las depuradoras de agua: restauran el pleno sentido de las palabras, su capacidad de mostrar el mundo, su fuerza iluminadora y subversiva.
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Antonio Muñoz Molina
06 marzo 2013
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3 comentarios:
Que certero, las tiranias no solo son las dictaduras sino tambien muchos de nuestros medios de comunicacion y politicos,los cuales cada dia nos idiotizan mas, y que mejor antidoto q leer, lo que sea, pero sobre todo a gente que habla de historias q nos interesan a tod@s. No se si cambiaremos algo pero sabremos cuando nos engañan o no nos dicen toda la verdad...y pq no leer a Muñoz Molina, por ejemplo El jineete Polaco y Sefarad
Juan
Una entrada contundente ante la absurdez de nuestro tiempo... un abrazo,
A.
Estoy de acuerdo con Juan, en la mayoría de los medios de comunicación se nota la presencia de una censura velada, sutil. Estoy segura que muchos periodistas de radio y tv procuran medir bien sus palabras por miedo a que los echen a la calle.
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