Que sea primavera
cuando escribas,
y el día, como hoy,
tenga un sol cuya luz
no proyecte más sombra
que la que dan las alas
de los pájaros.
Que tus pasos te alejen
más de ti,
y que cada palabra,
cada verso,
sean los que esperabas
y no acababan nunca
de llegar.
Y cuando estés muy lejos
y hayas dejado atrás
las dunas del desierto,
donde las flores vuelvan
a brotar,
no te importe seguir.
***
Sí, más poesía, y aunque sea verano, que sea primavera.
Uno de los poemas de José Corredor-Matheos en ¿Sabrá volar el mar?, editado por la joven pero experimentada El Jinete Azul. Pueden leer algunos poemas más, y ver las ilustraciones que los acompañan (de Noemí Villamuza), en este enlace.
30 junio 2011
29 junio 2011
Una infancia en el país de los libros
A merced de los amores, de los encuentros, de los viajes, construí mi habitación, donde el piso sigue estando un poco inestable al menor signo de viento, al menor cambio de escenario. Pero la literatura, en todas las épocas, me sigue siendo indispensable. Porque allá donde vivo, en una de las más bellas ciudades europeas, como en cualquier otro lugar (o más que en otros lugares), la gente recita sin fin palabras convencionales, utiliza la misma jerga, los mismos comentarios. Estamos enfermos de lenguaje, somos grises, previsibles. Durante mucho tiempo me resultó insoportable saber de memoria lo que iban a decirme, oírme repetir algunas fórmulas, poner una mordaza en la boda de los demás. Sentía vergüenza. Eso ha disminuido un poco; ahora soy más tolerante. Sé que uno no se puede inventar cada segundo. No obstante, por las noches busco palabras limpias de polvo, de las frases en medio de las cuales rodaron. Leo. Los libros me arrojan a los caminos.
***
Michèle Petit en Una infancia en el país de los libros (ed. Océano Travesía) recorre su biografía lectora. Juan Domingo Argüelles habla sobre el libro, mucho mejor de lo que yo podría hacer jamás, en este artículo.
***
Michèle Petit en Una infancia en el país de los libros (ed. Océano Travesía) recorre su biografía lectora. Juan Domingo Argüelles habla sobre el libro, mucho mejor de lo que yo podría hacer jamás, en este artículo.
28 junio 2011
La mesa donde escribo
1
La mesa donde escribo
es también
la mesa donde pelo una naranja
es también
la mesa donde pongo tu retrato
es también
la mesa donde riego mi maceta
es también
la mesa donde leo y a la vez
en mi taza deslío azucarillos
es también
la mesa donde escribo.
2
La mesa donde escribo
camina a cuatro patas,
se tambalea al ritmo de la música,
crece en medio de un bosque,
navega a la deriva por el mar.
3
La mesa donde escribo
está llena
de todo lo que tengo,
de todo lo que quiero,
de todo lo que sueño.
A veces, rebuscando,
encuentro una palabra
y salta entre mis dedos,
como una rana entre los juncos
de un manantial secreto.
***
Uno de los poemas de Juan Carlos Martín Ramos en La alfombra mágica (ed. Anaya).
Este, y alguno más, además de algunas de las magníficas ilustraciones de Cristina Müller que acompañan el volumen, en esta entrada del blog de Anaya.
La mesa donde escribo
es también
la mesa donde pelo una naranja
es también
la mesa donde pongo tu retrato
es también
la mesa donde riego mi maceta
es también
la mesa donde leo y a la vez
en mi taza deslío azucarillos
es también
la mesa donde escribo.
2
La mesa donde escribo
camina a cuatro patas,
se tambalea al ritmo de la música,
crece en medio de un bosque,
navega a la deriva por el mar.
3
La mesa donde escribo
está llena
de todo lo que tengo,
de todo lo que quiero,
de todo lo que sueño.
A veces, rebuscando,
encuentro una palabra
y salta entre mis dedos,
como una rana entre los juncos
de un manantial secreto.
***
Uno de los poemas de Juan Carlos Martín Ramos en La alfombra mágica (ed. Anaya).
Este, y alguno más, además de algunas de las magníficas ilustraciones de Cristina Müller que acompañan el volumen, en esta entrada del blog de Anaya.
27 junio 2011
Hijos de la medianoche
Era una mujer de biceps abultados; de pechos preternaturales que soltaban un torrente de leche capaz de alimentar regimientos; y que, según se rumoreaba misteriosamente (aunque sospecho que el rumor lo inició ella misma), tenía dos úteros. Estaba tan llena de cotilleos y chismorreos como de leche: todos los días salía por su boca una docena de cuentos nuevos. Poseía la energía ilimitada que es común a todas las que ejercen su oficio; mientras les sacaba la vida a golpes a las camisas y saris, sobre su piedra, parecía ir aumentando de fuerzas, como si absorbiera el vigor de las ropas, que terminaban aplastadas, sin botones y muertas a palos. Era un monstruo que olvidaba cada día en el momento que acababa. Sólo con la mayor resistencia accedí a conocerla; y sólo con la mayor resistencia la admito en estas páginas. Su nombre, incluso antes de que yo la conociera, tenía el olor de las cosas nuevas; representaba la novedad, los comienzos, la llegada de nuevas historias acontecimientos complejidades, y yo no estaba ya interesado en nada nuevo. Sin embargo, una vez que Retratosji me informó de que tenía la intención de casarse con ella, no tuve opción; con todo, me ocuparé de ella tan brevemente como la exactitud me lo permita.
***
Hijos de la medianoche, de Salman Rushdie.
Ya les hablé una vez de cómo me gustan algunas descripciones de personajes (ya sean escuetas o verborreicas), y esta de Rushdie se me clavó sin remedio.
No ha sido una lectura fácil... como nunca lo son los libros que contienen todo un mundo. Pero no me extraña que lo escogieran como el mejor Booker de entre los Bookers... Si les gustó Cien años de soledad, pueden atreverse (y disfrutarán) de Hijos de la medianoche.
***
Hijos de la medianoche, de Salman Rushdie.
Ya les hablé una vez de cómo me gustan algunas descripciones de personajes (ya sean escuetas o verborreicas), y esta de Rushdie se me clavó sin remedio.
No ha sido una lectura fácil... como nunca lo son los libros que contienen todo un mundo. Pero no me extraña que lo escogieran como el mejor Booker de entre los Bookers... Si les gustó Cien años de soledad, pueden atreverse (y disfrutarán) de Hijos de la medianoche.
24 junio 2011
¿Libros? (4)
1) No, cervezas.
2) No, cargadores para tus i-gadgets.
3) No, pajaritas.
4) No, pajaritos.
5) No, ping pong.
6) No, macetas.
7) No, camas.
8) No, escaleras.
9) No, bolsos.
10) Y a la oca oca...
... que tiro porque me toca!
PS: Venga... que ya es verano, hoy es fiesta, y la semana que viene volveré con un montón de lecturas sugerentes!
2) No, cargadores para tus i-gadgets.
3) No, pajaritas.
4) No, pajaritos.
5) No, ping pong.
6) No, macetas.
7) No, camas.
8) No, escaleras.
9) No, bolsos.
10) Y a la oca oca...
... que tiro porque me toca!
PS: Venga... que ya es verano, hoy es fiesta, y la semana que viene volveré con un montón de lecturas sugerentes!
22 junio 2011
20 junio 2011
17 junio 2011
Sobrevivir
A la literatura, como a la mar, hay que entrar desnudo, desarmado, a recibirla contra la piel del alma, corriendo el riesgo de ser maltratado por la ola o tener la fortuna que la ola te deje suavemente, en la arena, al Sol.
[...]
Leer no es fácil.
Cuando se lee, ha de hacerse a tumba abierta, para que se abran los espacios, los tiempos y los sentidos.
Hay que leer aun a riesgo de destruir o ser destruido.
Nadie que sepa leer, puede afirmar que saldrá ileso cuando su intimidad sea invadida por la intimidad de otro.
Esas consecuencias son la literatura.
***
Descubrí a Juan Farias el año pasado. Su libro, Gallego: a la orilla del mar, se hizo un hueco entre mis lecturas favoritas del 2010.
Juan Farias nos dejó el pasado 11 de junio. Estos fragmentos son de un texto suyo que apareció en el libro Hablemos de leer y que Anaya ha puesto íntegro en la web para que todos podamos leerlo.
Durante seis años, el pie de página de este blog ha sido "We read to know we are not alone", una frase que Anthony Hopkins, interpretando a C. S. Lewis, dice en la película Tierras de penumbra.
Hoy, la cambio por una de Juan Farias.
[...]
Leer no es fácil.
Cuando se lee, ha de hacerse a tumba abierta, para que se abran los espacios, los tiempos y los sentidos.
Hay que leer aun a riesgo de destruir o ser destruido.
Nadie que sepa leer, puede afirmar que saldrá ileso cuando su intimidad sea invadida por la intimidad de otro.
Esas consecuencias son la literatura.
***
Descubrí a Juan Farias el año pasado. Su libro, Gallego: a la orilla del mar, se hizo un hueco entre mis lecturas favoritas del 2010.
Juan Farias nos dejó el pasado 11 de junio. Estos fragmentos son de un texto suyo que apareció en el libro Hablemos de leer y que Anaya ha puesto íntegro en la web para que todos podamos leerlo.
Durante seis años, el pie de página de este blog ha sido "We read to know we are not alone", una frase que Anthony Hopkins, interpretando a C. S. Lewis, dice en la película Tierras de penumbra.
Hoy, la cambio por una de Juan Farias.
10 junio 2011
09 junio 2011
08 junio 2011
07 junio 2011
06 junio 2011
03 junio 2011
Cuentan que cuentan...
Cuentan que cuentan que la semana pasada tuvieron lugar en Barcelona unas jornadas sobre literatura infantil y juvenil iberoamericanas que reunieron a autores, editores, mediadores, y tantos otros ores alrededor de la sede de Casa América en Barcelona y de la Biblioteca Xavier Benguerel. Yo misma puedo dar fe de que así fue, y a pesar de que únicamente pude asistir a la primera sesión de estas jornadas, que se alargaron durante cuatro días, cuentan que cuentan voces de confianza que el resto de jornadas realmente existieron, y no fueron un sueño soñado o un espejismo espejinado solo por los sedientos de LIJ.
Arrancaron las jornadas con una "plática" de la mano de Eliana Pasarán, subgerente de la división de libros para niños y jóvenes de Fondo de Cultura Económica... o lo que es lo mismo, responsable junto con su equipo de verdaderas joyas de álbumes ilustrados. Algunos de mis favoritos más recientes (por no remontarnos a los clásicos)...
... Mi amor, de Beatrice Alemagna.
... ¡Qué niño más lento!, de Lucía Serrano.
... El misterioso caso del oso, de Oliver Jeffers.
... Es así, de Paloma Valdivia.
Pudimos comprobar que si la producción de FCE en cuanto a literatura infantil es tan magnífica, se debe sobre todo a dos razones. Por un lado, que a pesar de ser una empresa, funcionan con grandes ayudas económicas por parte del gobierno mexicano y, por lo tanto, no se tienen que preocupar (al menos, no tanto como otros...) por las ventas o por tener que "comerciar" con la LIJ. Y por otro, que tienen muy clara cual es su filosofía...
... tratar a los niños como personas inteligentes que tienen que vivir en un mundo extraño, que muchas veces no entienden o que les puede plantear problemas que tendrán que resolver a lo largo de la vida.
... no censurar las historias que dan miedo, inquietan u horrorizan.
... publicar libros que puedan ser leídos a diferentes niveles, pues muchas veces quienes escogen los libros para niños no son los propios niños, sino otros mediadores (familia, biblioteca, escuela).
... buscar libros redondos, libros en los que la estructura y todos los elementos de la historia están bien ligados, y no dejan cabos sueltos.
... la lectura de la imagen es tan importante como la lectura del texto, pues el mundo está construido de imágenes que también debemos aprender a descifrar.
... considerar el libro como un objeto que plantea preguntas, pues cuantas más preguntas nos propone un álbum, más perdurará en nuestra memoria.
... la LIJ no es una segunda división de la literatura. Requiere el mismo rigor a los autores que se dedican a ella que cualquier otro tipo de literatura.
Ahora entiendo por qué los libros infantiles de FCE son los que son.
De la charla de Eliana salimos con un montón de libros para buscar y leer...
... Martyn Pig, de Kevin Brooks (novela juvenil)
... Fernanda y los mundos secretos, de Ricardo Chávez (novela juvenil)
... Déjenlos leer, de Geneviève Patte (teoría de la lectura)
... Andar entre libros, de Teresa Colomer (teoría de la lectura)
... La trilogía Dime, Conversaciones y Lecturas, de Aidan Chambers (teoría de la lectura)
... La peor señora del mundo, de Francisco Hinojosa (ilustrado)
... El enmascarado de lata, de Vivian Mansur (ilustrado)
***
Cuentan que cuentan que por la tarde Daniel Goldin, predecesor en el cargo de Eliana, nos leyó una ponencia sobre el fomento o la promoción de la lectura que nos hizo a todos reflexionar sobre nuestra labor. Ante un mundo que cada vez cambia a una mayor velocidad, y en el que cada vez predomina más la letra impresa ("es difícil viajar por el mundo sin encontrar dos cosas: letra impresa y basura"), Daniel nos habló de dos proyectos de promoción de la lectura que intentan romper barreras y no construirlas (barreras entre oralidad y escritura, libro y pantalla, lúdico y utilitario, analógico y digital, escribir y leer...). Dos proyectos construidos al margen de las grandes instituciones, y que no "promulgan" las bondades y la necesidad de promover la lectura, sino que trabajan a pie de calle, con lectores reales, intentando darles respuestas, pues...
... leemos para encontrar las respuestas que no encontramos en la realidad.
... leer es recoger indicios y tratar de encontrar sentido al mundo en que vivimos.
***
Cuentan que cuentan que, cuando ya anochecía y al calor de una improvisada fogata (quien solo viera una chaqueta de color naranja no entendió nada...), Marina Colasanti y Gloria Cecilia Díaz demostraron que para ser un buen autor de LIJ hay que ser un buen autor, y punto. La lista de libros para leer creció. A Marina ya la conocía (me enamoró hace tiempo con su laberinto del viento), pero tomé buena nota de sus otras colecciones de relatos, Entre la espada y la rosa y Penélope manda recuerdos. De Gloria me alegro de poder decir que todavía no he leído nada, pues sé que me aguardan grandes placeres leyendo El valle de los cocuyos y El sol de los venados.
Para Marina, un buen cuento es aquel que te pide, al terminarlo, cerrar el libro y dejar el siguiente para mañana. Para Gloria, un buen libro es aquel que te pide seguir, seguir, seguir... y no cerrarlo hasta haberlo terminado. ¿Se puede estar de acuerdo con ambas?
***
Cuentan que cuentan que habrá más jornadas de LIJ iberoamericana. El año que viene, quizás, o al siguiente... y yo gustosamente volveré a dejar que me cuenten.
Arrancaron las jornadas con una "plática" de la mano de Eliana Pasarán, subgerente de la división de libros para niños y jóvenes de Fondo de Cultura Económica... o lo que es lo mismo, responsable junto con su equipo de verdaderas joyas de álbumes ilustrados. Algunos de mis favoritos más recientes (por no remontarnos a los clásicos)...
... Mi amor, de Beatrice Alemagna.
... ¡Qué niño más lento!, de Lucía Serrano.
... El misterioso caso del oso, de Oliver Jeffers.
... Es así, de Paloma Valdivia.
Pudimos comprobar que si la producción de FCE en cuanto a literatura infantil es tan magnífica, se debe sobre todo a dos razones. Por un lado, que a pesar de ser una empresa, funcionan con grandes ayudas económicas por parte del gobierno mexicano y, por lo tanto, no se tienen que preocupar (al menos, no tanto como otros...) por las ventas o por tener que "comerciar" con la LIJ. Y por otro, que tienen muy clara cual es su filosofía...
... tratar a los niños como personas inteligentes que tienen que vivir en un mundo extraño, que muchas veces no entienden o que les puede plantear problemas que tendrán que resolver a lo largo de la vida.
... no censurar las historias que dan miedo, inquietan u horrorizan.
... publicar libros que puedan ser leídos a diferentes niveles, pues muchas veces quienes escogen los libros para niños no son los propios niños, sino otros mediadores (familia, biblioteca, escuela).
... buscar libros redondos, libros en los que la estructura y todos los elementos de la historia están bien ligados, y no dejan cabos sueltos.
... la lectura de la imagen es tan importante como la lectura del texto, pues el mundo está construido de imágenes que también debemos aprender a descifrar.
... considerar el libro como un objeto que plantea preguntas, pues cuantas más preguntas nos propone un álbum, más perdurará en nuestra memoria.
... la LIJ no es una segunda división de la literatura. Requiere el mismo rigor a los autores que se dedican a ella que cualquier otro tipo de literatura.
Ahora entiendo por qué los libros infantiles de FCE son los que son.
De la charla de Eliana salimos con un montón de libros para buscar y leer...
... Martyn Pig, de Kevin Brooks (novela juvenil)
... Fernanda y los mundos secretos, de Ricardo Chávez (novela juvenil)
... Déjenlos leer, de Geneviève Patte (teoría de la lectura)
... Andar entre libros, de Teresa Colomer (teoría de la lectura)
... La trilogía Dime, Conversaciones y Lecturas, de Aidan Chambers (teoría de la lectura)
... La peor señora del mundo, de Francisco Hinojosa (ilustrado)
... El enmascarado de lata, de Vivian Mansur (ilustrado)
***
Cuentan que cuentan que por la tarde Daniel Goldin, predecesor en el cargo de Eliana, nos leyó una ponencia sobre el fomento o la promoción de la lectura que nos hizo a todos reflexionar sobre nuestra labor. Ante un mundo que cada vez cambia a una mayor velocidad, y en el que cada vez predomina más la letra impresa ("es difícil viajar por el mundo sin encontrar dos cosas: letra impresa y basura"), Daniel nos habló de dos proyectos de promoción de la lectura que intentan romper barreras y no construirlas (barreras entre oralidad y escritura, libro y pantalla, lúdico y utilitario, analógico y digital, escribir y leer...). Dos proyectos construidos al margen de las grandes instituciones, y que no "promulgan" las bondades y la necesidad de promover la lectura, sino que trabajan a pie de calle, con lectores reales, intentando darles respuestas, pues...
... leemos para encontrar las respuestas que no encontramos en la realidad.
... leer es recoger indicios y tratar de encontrar sentido al mundo en que vivimos.
***
Cuentan que cuentan que, cuando ya anochecía y al calor de una improvisada fogata (quien solo viera una chaqueta de color naranja no entendió nada...), Marina Colasanti y Gloria Cecilia Díaz demostraron que para ser un buen autor de LIJ hay que ser un buen autor, y punto. La lista de libros para leer creció. A Marina ya la conocía (me enamoró hace tiempo con su laberinto del viento), pero tomé buena nota de sus otras colecciones de relatos, Entre la espada y la rosa y Penélope manda recuerdos. De Gloria me alegro de poder decir que todavía no he leído nada, pues sé que me aguardan grandes placeres leyendo El valle de los cocuyos y El sol de los venados.
Para Marina, un buen cuento es aquel que te pide, al terminarlo, cerrar el libro y dejar el siguiente para mañana. Para Gloria, un buen libro es aquel que te pide seguir, seguir, seguir... y no cerrarlo hasta haberlo terminado. ¿Se puede estar de acuerdo con ambas?
***
Cuentan que cuentan que habrá más jornadas de LIJ iberoamericana. El año que viene, quizás, o al siguiente... y yo gustosamente volveré a dejar que me cuenten.
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02 junio 2011
La red social
De redes sociales, ha habido siempre. Esta abarca unos tres siglos (década arriba, década abajo...). Amigos, amores y familia. Como un "Hola" de la cultura. Lo encontré en Lapham's Quarterly, aunque si les gustan las tablas y los gráficos, no deberían perderse I love charts (English almost a must). Yo estoy enganchada desde que lo descubrí :-)
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01 junio 2011
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