19 abril 2013

¿Y esto para qué sirve?

























Además de para echar un ojo a las novedades (oh, otro Seth!!), babear en las exposiciones (y si rompo este cristal y me llevo los originales de Tokyo Sanpo??), o perseguir a Liniers por los estands de cómic para darle un abrazo y las gracias, el salón del cómic también me sirve para acordarme de tebeos que salieron hace un tiempo y que todavía no he leído, como este La teoría del arte versus la señora Goldgruber.

Riéndome yo sola en el metro, se lo aseguro... Hagan click en la imagen para verla a tamaño completo.

PS: Les juro que no he visto un euro de Sinsentido por esta entrada... pero que tres de los cómics mencionados sean suyos no es casualidad.

1 comentario:

miriabad dijo...

Algo sé de aduaneros... y son un poco cuadriculados... ¡Vivan los comics!