14 septiembre 2011

Distinguir el grano de la paja

Lo cierto es que esta es la batalla más difícil para la literatura de calidad. Una marea de mediocridad arroja cada año millares de nuevos títulos que amenazan con esterilizar el interés de los lectores o con fomentar el estereotipo, la moda, el didactismo y los valores más conservadores. Para leer estos libros tal vez sea mejor que los niños se dediquen a otra cosa. Ahora bien, si la literatura infantil de calidad también se beneficia de una industria editorial potente, es absurdo entretenerse en blasmar el nuevo contexto y en culpar a la industria multinacional. Más bien hay que dedicarse a ejercer la responsabilidad de una nueva crítica que permita distinguir el grano de la paja, aunque la paja venga ahora tan bien arropada por cuidadas ediciones y estrategias de venta. Y hay que establecer circuitos de complicidad entre todos los sectores para producir, detectar y promocionar el fragmento de la producción en el que estamos realmente interesados.

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De la ponencia de Teresa Colomer "La literatura infantil: una minoría dentro de la literatura".

4 comentarios:

José Luis Martínez Clares dijo...

La paja es el grano de otros paladares. Saludos

sfer dijo...

No sé si llego a comprender el significado de tu comentario, José Luis... pero reflexionaré al respecto :-)

Amarillo de napoles dijo...

Coincido con José Luis. Es un camino muy riesgoso que deviene en autoritarismo elitismo y otros ismos peores. :))

sfer dijo...

No creo que a la crítica responsable se la pueda considerar de autoritaria. No obligamos a nadie, tan solo intentamos orientar hacia lo que consideramos que realmente vale la pena. Quizá sí que sea elitista, pero... ¿quién no quiere leer/recomendar lo que le parece que es mejor?