25 diciembre 2013
Ángeles Mastretta
Sí. El día de Navidad también hay intercambio de postales en Librosfera...
[con la banda sonora gracias a DJ @CgAjeanmurdock]
18 diciembre 2013
Julio Medem
[BSO cortesía de @CgAjeanmurdock]
A ella le perdono que el intercambio de postales de hoy no sea literario sino cinematográfico.
A ella, y a la cita que ha escogido, claro...
11 diciembre 2013
Las mujeres que leen...
[BSO cortesía de @CgAjeanmurdock]
Hoy, intercambiando postales (con fotocopias incluidas) con Daniela Carolina de Mi Libroteka.
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Virginia Woolf
04 diciembre 2013
29 noviembre 2013
Feliz día de las librerías (à la Calvino)
Libros que no has leído.
Los de Vila-Matas
Libros que puedes prescindir de leer.
La mayoría de los que están en mi mesita de noche.
Libros hechos para otros usos que la lectura.
Los elementos del pop-up: un libro pop-up para aspirantes a ingenieros de papel.
Libros ya leídos sin necesidad siquiera de abrirlos pues pertenecen a la categoría de lo ya leído antes aun de haber sido escrito.
Un buen puñado de best-sellers.
Libros que si tuvieras más vidas que vivir ciertamente los leerías también de buen grado pero por desgracia los días que tienes que vivir son los que son.
Otro buen puñado de best-sellers.
Libros que tienes intención de leer aunque antes deberías leer otros.
De nuevo: la mayoría de los que están en mi lista de pendientes.
Libros demasiado caros que podrías esperar a comprarlos cuando los revendan a mitad de precio.
No soy de comprar libros “caros”. Lo más caro que tengo es probablemente el Charley Harper de Todd Oldham.
Libros ídem de ídem cuando los reediten en bolsillo.
Los de Anagrama; qué quieren que les diga, a mí me gustan sus cubiertas amarillas.
Libros que podrías pedirle a alguien que te preste.
Todos los que he regalado este año.
Libros que todos han leído, conque es casi como si los hubieras leído también tú.
La sombra del viento.
Libros que hace mucho tiempo tienes programado leer.
Schulz, Carlitos y Snoopy, de David Michaelis, por ejemplo.
Libros que buscabas desde hace años sin encontrarlos.
Una edición bonita de Hiroshima mon amour de Duras. Sigo buscando...
Libros que se refieren a algo que te interesa en este momento.
Elegantes flores de ganchillo.
Libros que quieres tener al alcance de la mano por si acaso.
El libro del desasosiego.
Libros que podrías apartar para leerlos a lo mejor este verano.
Murakami!
Libros que te faltan para colocarlos junto a otros en tu estantería.
Romance, de Blexbolex.
Libros que te inspiran una curiosidad repentina y frenética y no claramente justificable.
Hugo Pratt: el deseo de ser inútil. No sé por qué, si no he leído ni un solo Corto Maltés...
Libros leídos hace tanto tiempo que sería hora de releerlos.
Las cartas de Emily Dickinson.
Libros que has fingido siempre haber leído mientras que ya sería hora de que te decidieses a leerlos de veras.
No soy de fingir haber leído nada. Hay infinidad de clásicos que no he leído, pero entran más en la categoría de Libros que todos han leído, conque es casi como si los hubiera leído también yo.
[Lean el principio de Si una noche de invierno un viajero, de Calvino, en pdf]
[Gracias a @CgA una vez más por la inspiración...]
Los de Vila-Matas
Libros que puedes prescindir de leer.
La mayoría de los que están en mi mesita de noche.
Libros hechos para otros usos que la lectura.
Los elementos del pop-up: un libro pop-up para aspirantes a ingenieros de papel.
Libros ya leídos sin necesidad siquiera de abrirlos pues pertenecen a la categoría de lo ya leído antes aun de haber sido escrito.
Un buen puñado de best-sellers.
Libros que si tuvieras más vidas que vivir ciertamente los leerías también de buen grado pero por desgracia los días que tienes que vivir son los que son.
Otro buen puñado de best-sellers.
Libros que tienes intención de leer aunque antes deberías leer otros.
De nuevo: la mayoría de los que están en mi lista de pendientes.
Libros demasiado caros que podrías esperar a comprarlos cuando los revendan a mitad de precio.
No soy de comprar libros “caros”. Lo más caro que tengo es probablemente el Charley Harper de Todd Oldham.
Libros ídem de ídem cuando los reediten en bolsillo.
Los de Anagrama; qué quieren que les diga, a mí me gustan sus cubiertas amarillas.
Libros que podrías pedirle a alguien que te preste.
Todos los que he regalado este año.
Libros que todos han leído, conque es casi como si los hubieras leído también tú.
La sombra del viento.
Libros que hace mucho tiempo tienes programado leer.
Schulz, Carlitos y Snoopy, de David Michaelis, por ejemplo.
Libros que buscabas desde hace años sin encontrarlos.
Una edición bonita de Hiroshima mon amour de Duras. Sigo buscando...
Libros que se refieren a algo que te interesa en este momento.
Elegantes flores de ganchillo.
Libros que quieres tener al alcance de la mano por si acaso.
El libro del desasosiego.
Libros que podrías apartar para leerlos a lo mejor este verano.
Murakami!
Libros que te faltan para colocarlos junto a otros en tu estantería.
Romance, de Blexbolex.
Libros que te inspiran una curiosidad repentina y frenética y no claramente justificable.
Hugo Pratt: el deseo de ser inútil. No sé por qué, si no he leído ni un solo Corto Maltés...
Libros leídos hace tanto tiempo que sería hora de releerlos.
Las cartas de Emily Dickinson.
Libros que has fingido siempre haber leído mientras que ya sería hora de que te decidieses a leerlos de veras.
No soy de fingir haber leído nada. Hay infinidad de clásicos que no he leído, pero entran más en la categoría de Libros que todos han leído, conque es casi como si los hubiera leído también yo.
[Lean el principio de Si una noche de invierno un viajero, de Calvino, en pdf]
[Gracias a @CgA una vez más por la inspiración...]
27 noviembre 2013
20 noviembre 2013
13 noviembre 2013
06 noviembre 2013
30 octubre 2013
23 octubre 2013
16 octubre 2013
09 octubre 2013
04 octubre 2013
La armonía de los libros
Para el escritor no existe reconocimiento mayor que el que le ofrece el lector anónimo; ese lector apartado, sin poder de ningún tipo; ese lector - dicho sea con todos los honores - que no existe. El creador arroja su palabra nueva al océano de la noche y, en orilla apartada, el anónimo lector recoge el mensaje, sintoniza con la palabra revelada. No otro es el fin de la creación: encontrar un espejo claro y anónimo donde reflejar la palabra inspirada.
***
Nuestro entusiasmo y nuestra felicidad parecen estar en relación directa con las lecturas que más amamos. ¿Será, por ello, tan difícil ser plenamente felices como encontrar un buen libro? ¿Está la felicidad en lo que los otros ya pensaron, y sintieron, y escribieron por nosotros? Por la misma razón, el afán de escribir no sería sino una búsqueda - la mayor parte de las veces inconsciente, automática, ignorante - de la felicidad. El libro - leído o escrito - como microcosmo de armonía.
***
La cada día más acusada sensación que nos produce la obra de arte (o la literaria) de que es un "producto"; es decir, algo que se exhibe (o que se lee) y se olvida, que sale de la nada y que a la nada vuelve. Lo contrario del fruto artístico, el cual es el resultado de una siembra interior, de unos cuidados, de un crecimiento y de una maduración en el tiempo. Esta sensación de "producto" acrecienta cada día el número de los que ven cómo sus obras se imponen, brillan y mueren en el fulgor instantáneo de los televisores.
***
[Fragmentos de Tres tratados de armonía, de Antonio Colinas. Tras este inciso, seguimos con la correspondencia de los miércoles... pero quería compartir la primera de las lecturas propiciadas por el intercambio postal.]
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Nuestro entusiasmo y nuestra felicidad parecen estar en relación directa con las lecturas que más amamos. ¿Será, por ello, tan difícil ser plenamente felices como encontrar un buen libro? ¿Está la felicidad en lo que los otros ya pensaron, y sintieron, y escribieron por nosotros? Por la misma razón, el afán de escribir no sería sino una búsqueda - la mayor parte de las veces inconsciente, automática, ignorante - de la felicidad. El libro - leído o escrito - como microcosmo de armonía.
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La cada día más acusada sensación que nos produce la obra de arte (o la literaria) de que es un "producto"; es decir, algo que se exhibe (o que se lee) y se olvida, que sale de la nada y que a la nada vuelve. Lo contrario del fruto artístico, el cual es el resultado de una siembra interior, de unos cuidados, de un crecimiento y de una maduración en el tiempo. Esta sensación de "producto" acrecienta cada día el número de los que ven cómo sus obras se imponen, brillan y mueren en el fulgor instantáneo de los televisores.
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[Fragmentos de Tres tratados de armonía, de Antonio Colinas. Tras este inciso, seguimos con la correspondencia de los miércoles... pero quería compartir la primera de las lecturas propiciadas por el intercambio postal.]
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02 octubre 2013
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