Los libros están hechos de frases, obvio, que son como los ladrillos de la construcción, y del mismo modo que es difícil reparar en la hermosura de un ladrillo, las frases, cuando leemos, pasan relativamente inadvertidas, arrastradas por el flujo del discurso, como debe ser. El detenerse demasiado en una frase es signo de inmadurez; lo que importa en un libro es el conjunto, el edificio verbal, no sus componentes. Y sin embargo es costumbre bastante difusa subrayar libros. El subrayado desmiente el edificio y realza el ladrillo, el humilde tabique comprimido entre mil tabiques idénticos; es una suerte de operación de rescate, como si cada subrayado dijera: salven esta frase de las garras del libro, liberen esta joya del pantano que la rodea.
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Fabio Morábito en "Subrayar libros" (hagan click para leer íntegramente), y que he encontrado en Twitter gracias a la muy recomendable cuenta de Eterna Cadencia.
PS: ... y a raíz de esto, me recomiendan la lectura de esto otro. #huellas.
31 octubre 2015
02 octubre 2015
Ler Devagar
La librería Ler Devagar está en Lisboa, en un antiguo complejo fabril remodelado en zona de ocio, arte, música, arquitectura, diseño, comercios, galerías y restaurantes.
La librería, en dos plantas, conserva arriba antigua maquinaria de algo parecido a una imprenta (reaprovechado como zona de exposición), y tiene dos zonas de cafetería, una en la planta superior - alrededor de la maquinaria - y otra en la planta inferior.
Piu de La pequeña ciudad de P me habló de ella. Desde aquí... ¡muito obrigada!
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